«La mujer de negro», carta (terrorífica) de amor al teatro

Víctor Conde dirige una nueva producción de la obra de Stephen Mallatratt, que lleva treinta años en cartel en Londres

Jesús Cabrero y Javier Orán
Julio Bravo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Es, después de « La ratonera », la obra de texto más longevo de la cartelera teatral londinense. Y es que « La mujer de negro » se estrenó en el West End en 1989 y allí se sigue representando. Ahora esta obra escrita por Stephen Mallatratt a partir de la novela de Susan Hill vuelve a la cartelera madrileña, en una producción dirigida por Víctor Conde e interpretada por Jesús Cabrero y Javier Orá n .

Confiesa sentir Víctor Conde una excitación ante el estreno. «Estoy muy ilusionado con la respuesta del público y la preventa -dice-. Me emociona ser de los primeros en estrenar, y agradezco el paso al frente que han dado (y el riesgo que han tomado) el productor, Jesús Sánchez Ramade , y el responsable del teatro, Enrique Cornejo . El teatro me ha dado tanto y me ha hecho tan feliz... Si la gente empieza a ir de nuevo al teatro volverá a haber demanda de espectáculos y de compañías. Nos recuperaremos, porque nos han castigado mucho. Esta es una profesión dominada desgraciadamente por la precariedad».

La producción debía haberse estrenado el pasado mes de abril. El confinamiento supuso un frenazo que a Víctor Conde le ha hecho, por una parte, «valorar mucho más el teatro; nuestra profesión, que es un acto de comunicación de personas, dejó de existir. No fue solo que nos quedáramos muchos sin trabajo». Enfrentarse a esta situación y volver después a una sala de ensayo le ha hecho, confiesa, « volver a enamorarme del teatro . Y he disfrutado muchísimo más del proceso; el trabajo con los actores ha sido más íntimo, más emotivo. No he dirigido un espectáculo, he dirigido a dos seres humanos contando una historia».

«La mujer de negro» cuenta la historia de Arthur Kipps , un abogado obsesionado con una maldición que cree que ha sido lanzada sobre él y su familia por el espectro de una mujer. alquila un teatro abandonado en Londres -se desarrolla alrededor de 1950- y contrata a un joven actor para que le ayude a contar la terrible historia que le sucedió, y así lograr vencer el miedo.

««La mujer de negro» es una carta de amor al teatro . Se desarrolla en un escenario vacío, con elementos teatrales, y lo que hace es estimular la imaginación del público, que es lo que debería ser el teatro. El espectador acaba creándose un mundo que en realidad no ve; lo imagina a través de la palabra y la presencia del actor en escena. Esta función es un prodigio teatral ; la adaptación de Mallatratt es una virguería y supone una voltereta con respecto a la novela, hasta pensar que esta historia no se puede contar de otra manera que sobre el escenario. Esta función es un reloj, un mecanismo perfecto, y lo mejor es no tocar el texto, no querer quedar por encima. Si lleva treinta años en cartel en Londres es por algo».

Se trata de una obra de terror, un género que no suele frecuentarse en el teatro. «Pero si lo analizas, ¿ qué mejor lugar para pasar miedo que un teatro ? -concluye Víctor Conde- Los teatros son lugares que acumulan historias, energías, gentes que han pasado... Es un crisol de energías y de personas».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación