Crítica de teatro
«Mientras tanto»: Amigas para siempre
«La comedia está estupendamente escrita y estructurada, los caracteres femeninos dibujados con la viveza de los apuntes tomados del natural, igual que los diálogos, llenos de frescura»
Las comedias sobre amigos treintañeros son casi un subgénero teatral con entidad propia, propiciado por un buen puñado de series televisivas sobre las peripecias de gente en la frontera entre la juventud y la edad adulta que se resiste a cruzar ese límite. María Inés González y Miguel Ángel Cárcano, que han colaborado en varias piezas («Peces», «Entreactos», «Cuatro estaciones y un día»...), presentan una comedia de treintañeras aparentemente convencional que desborda esos márgenes trillados y ofrece, entre las costuras propias del subgénero, una lúcida y honda reflexión sobre la vida, las opciones que nos ofrece, la amistad y la capacidad de decidir.
«Mientras tanto» contiene también un sutil homenaje a las hermanas Brontë: sus personalidades se transparentan en las de las protagonistas, llamadas también Carlota, Emilia y Ana, y que, como las homónimas escritoras inglesas, pretenden dirigir el timón de sus propias vidas. La comedia está estupendamente escrita y estructurada, los caracteres femeninos dibujados con la viveza de los apuntes tomados del natural, igual que los diálogos, llenos de frescura y una espontaneidad que denota un meticuloso trabajo de observación.
El título alerta de que todo sucede mientras ellas esperan, en esos paréntesis que transcurren en antesalas y en los que, en apariencia, no se hace otra cosa que dejar que el tiempo corra. Así pasan dos años en cinco situaciones habituales de espera: en la primera y la última –un salón de belleza y un aeropuerto– coinciden estas tres amigas de la infancia, en las otras –una notaría, una consulta médica y el gabinete de un tatuador– lo hace de dos en dos, y entre escena y escena cada una desarrolla un monólogo de cara al público. Y hablan de sus cosas, de ese casi todo en el que cabe lo trivial y lo significativo: preferencias de depilación, asuntos de pareja, trabajo, salud, deseos de maternidad, aspiraciones vitales… En esos dos años, las vidas de las amigas se irán transformando y cada una a su estilo decidirá dar el paso decisivo.
Esta espléndida y muy divertida comedia ha cumplido su tercera temporada de nomadeo en diversos escenarios; yo la he pescado en la sala off del Teatro Lara , donde le quedan pocos jueves de veraneo. Cárcano, también cineasta, dirige la función con esa cuidada levedad transparente tan difícil de conseguir, que hace que todo sea fluido y las piezas encajen a la perfección. Las intérpretes ponen toda la carne en el asador: Rocío Vidal (la segura y estable Carlota), Marta Romero (la alocada Emilia) y Marta Naharro (la tímida Ana) están formidables y cautivadoras, justas en la réplica y el gesto, naturales, vivas.