El hombre detrás de «El Principito»
Este musical sobre Antoine de Saint Exupéry, autor de uno de los textos más universales de la historia de la literatura, nace de la fascinación de un hombre, el productor Dario Regattieri, por el creador de «El principito». La pasión es contagiosa, y se percibe desde el principio que este espectáculo está creado con pasión. Tenía su estreno previsto precisamente para mediados de marzo, y el confinamiento lo frustró; poder hacerlo ocho meses después ha hecho que esa pasión larvada haya estallado en sus responsables, y eso es algo que se nota en la puesta en escena.
La vida de Saint-Exupéry tiene componentes aventureros, como nos descubre el libro de Ignasi Vidal , también director del espectáculo. En él se nos muestra a un hombre descreído, osado hasta la temeridad, mujeriego y ambicioso. El retrato no termina de precisarse, y queda desdibujado por la estructura del relato -que va y viene en el tiempo, lo que complica el seguimiento de la acción- y la inclusión (es una tentación demasiado potente) de fragmentos de «El principito».
Un escenario más holgado que el del Teatro Cofidis-Alcázar permitiría respirar mejor a la espléndida y llena de sugerencias escenografía de Alessio Meloni , dominada por una evocadora luna que marca los momentos de fantasía que incluye el notable espectáculo -que, sin embargo, cojea al «anunciar» varias veces su final, especialmente con un número concertante que parece reclamar la caída del telón.
El grupo catalán Elefantes firma la música de «Antoine», que posee canciones atractivas, sobre todo la pegadiza «Entre millones de estrellas», repetida casi como un estribillo a lo largo del musical. El propio cantante del conjunto, Shuarma , encarna con desparpajo y carácter al Principito, mientras que Javier Navares muestra su sólida solvencia como actor y cantante en el papel de Saint-Exupéry. Destacan del resto del reparto Víctor Massán , Alberto Vázquez y Beatriz Ros .