El fantasma del acoso sexual, en la Ópera de París
Según una encuesta interna, una gran mayoría de los bailarines se consideran víctimas de «muy mala gestión profesional» y vierten sus críticas directamente sobre Aurélie Dupont, la directora de danza de la institución
Según una encuesta «interna» y «confidencial», profusamente divulgada, una gran mayoría de los 154 bailarines y bailarinas de la Ópera de París se consideran víctimas de «muy mala gestión profesional», acompañada de «acoso moral y sexual».
La Agencia France Press (AFP) y el matutino «Le Figaro» han difundido profusamente el contenido del sondeo realizado entre los miembros del ballet de la Ópera dirigida por Stephane Lissner , que ha reaccionado insistiendo en su sorpresa personal ante unas acusaciones dirigidas esencialmente contra Aurélie Dupont , la directora de danza de la institución.
El sondeo fue realizado por una organización corporativa que dice representar los intereses de los bailarines, colectivamente, y solo tiene un carácter «interno». Pero sus conclusiones parecen sugerir un intento de desestabilización profesional de la directora de danza. Según el sondeo, un 89,8% de los artistas estima que su trabajo y la gestión artística del cuerpo de ballet son víctimas de una «mala o muy mala gestión».
Otro 76,8% se dicen víctimas de «acoso moral» . Un concepto vidrioso, si no se precisan los términos concretos. Otro 25,9% dicen ser víctimas o «haber presenciado» diversas formas de «acoso sexual» . El sondeo no precisa si se trata de acoso sexual de una mujer contra un bailarín, un hombre contra una bailarina, o una mujer contra otra mujer…
«Tolerancia cero»
Stephane Lissner , director de la Ópera de París , ha reaccionado con cierto estupor a las calculadas revelaciones del sondeo «interno»: «En materia de acoso sexual , es imprescindible la tolerancia cero. Quienes hagan esas acusaciones deben dar la cara y precisar con claridad sus acusaciones». Aurélie Dupont , principal acusada, ha comenzado por guardar silencio, remitiendo a las declaraciones de Lissner. No son nuevas las denuncias de «incompetencia» contra ella en materia de gestión de los «recursos humanos».
La difusión de la encuesta «interna», por otra parte, ha abierto un frente de agrios enfrentamientos. Un centenar de bailarines ha firmado una declaración conjunta expresando su «consternación» por las filtraciones periodísticas , aparentemente interesadas, agregando: «La divulgación de esta encuesta se realizó sin el consentimiento de los bailarines. En ningún momento los artistas que estaban siendo interrogados tenían idea de que este documento sería utilizado para fines contrarios a sus intereses. Somos seres humanos, no peones que pueden moverse como mejor les parezca».