«La edad de la ira»: jóvenes mirados por jóvenes
José Luis Arellano dirige a La Joven Compañía en esta adaptación de Fernando J. López de su propia novela
![Una imagen de los ensayos de «La edad de la ira»](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2017/04/20/ira4-kxtG--620x349@abc.jpg)
La Joven Compañía , un proyecto en constante ebullición que lideran David R. Peralto y José Luis Arellano (director de la función), vuelve sus ojos en esta ocasión hacia una novela, «La edad de la ira», escrita por Fernando J. López y que fue finalista del premio Nadal en 2010. El propio autor, dramaturgo de creciente prestigio (y hasta hace poco tiempo profesor de instituto), firma la adaptación de su texto, que aborda una historia de jóvenes con la misma edad que los intérpretes. En ella, los adolescentes toman la voz para realizar un retrato realista y a la vez poético de toda su generación, que nace como un canto a la diferencia y a la búsqueda –libre y valiente– de nuestra identidad.
El supuesto asesinato cometido por Marcos , un estudiante de Bachillerato, constituye el punto de partida de una investigación que nos permite adentrarnos, a través de sus amigos y compañeros de clase, en sus miedos, sueños e inquietudes.
Dice el propio Fernando J. López de su adaptación: «La obra teatral se presenta como una versión completamente nueva –más una creación que una adaptación– de la novela, ya que si en esta eran los profesores quienes nos contaban su versión de la historia, ahora solo tenemos a los jóvenes como protagonistas absolutos de la función. Son sus vidas y sus miradas las que compartiremos: a través de ellos sabremos cómo era la familia de Marcos, cómo era el instituto dónde estudiaba y qué es ser adolescente en el siglo XXI».
Javier Ariano, Alejandro Chaparro, Jesús Lavi, Rosa Martí, Laura Montesinos, María Romero, Álex Villazán y Jorge Yumar conforman el reparto .
La función respeta tanto los temas como los hechos esenciales de la novela, pero se enriquece con nuevos personajes –Brenda-, profundiza en otros – Adri, Meri, Ignacio-, da voz a su trío protagonista –Sandra, Raúl, Marcos- y reinventa a uno de los personajes que en la novela eran víctimas casi invisibles –Sergio- y que aquí, sin embargo, se convierten en símbolo de los valores esenciales –rebeldía, vehemencia, vitalidad- de la adolescencia.