«Donde el bosque se espesa», un traumático viaje hacia la verdad
El Teatro Español presenta la obra escrita por Laila Ripoll y Mariano Llorente
Más de veinticinco años de andadura lleva ya la compañía Micomicón, comandada por Laila Ripoll y Mariano Llorente . Los dos son los autores de « Donde el bosque se espesa », una función que acaba de llegar al Teatro Español, bajo la dirección de la primera. Mélida Molina, Arantxa Aranguren, Juanjo Cucalón, Aurora Herrero, Puchi Lagarde, Carolina Herrera, Antonio Sarrió, Carlos Jiménez-Alfaro y Néstor Ballesteros son los intérpretes de esta obra, definida por sus autores como un «viaje que parte de la España de nuestros días para terminar en las guerras de los Balcanes de los noventa del siglo pasado. Y entre medias, la guerra civil española y la segunda Guerra Mundial, el exilio forzado, la deportación, los campos de concentración, las cámaras de gas, las simas, las fosas comunes, las violaciones, los degollamientos…» Un «traumático viaje a la verdad», añaden.
El viaje arranca cuando dos mujeres, Antonia e Isabel , reciben el día de la muerte de su madre una caja cerrada que ésta había guardado durante años y cuya existencia desconocían. Esa caja contiene alguna carta, fotografías, postales, medallas, mapas, objetos, en fin, que vienen a cuestionar todo lo que Antonia -Isabel mira hacia otro lado- creía acerca de su familia». La búsqueda de sus inquietantes raíces familiares llevará a Antonia y a su hija Ana desde Santander hasta Banja Luka, en Bosnia, con escalas en Barcarés, Lourdes, París, Toulouse, Mauthausen, Roma, Sarajevo, Kravica, Jasenovac...
La obra, siguen sus autores, «es también un mal sueño , una pesadilla que duele y desasosiega, un descenso al infierno que puede esconderse tras una cara amable, un itinerario impuesto por la fuerza de unos objetos heredados». Pero, añaden, «en “ Donde el bosque se espesa ” respira también el humor, el sarcasmo y la música. Taberna decadente y mísera, espacio mítico y onírico, la cabeza de nuestra protagonista por donde pasan los vivos y los muertos, a beber aguardiente, a cantar pasodobles o turbofolk serbio, a esperar el chiste, la representación, el asesinato o la violación».