TEATRO
Un dinosaurio cincuentón
Hace una década que Tracy Letts irrumpió como dramaturgo en el panorama teatral con «Agosto», un texto tan hipnótico como demoledor. Vuelve ahora a la escena española con «Linda Vista», una obra estrenada en Estados Unidos hace menos de dos años. Se centra en Wheeler, un hombre que ha cruzado ya la frontera de los cincuenta años. Letts dibuja a un personaje estereotipado: fracasado, que trabaja arreglando cámaras fotográficas antiguas cuando su sueño juvenil era ser fotógrafo artístico; un donjuan trasnochado, gruñón e inadaptado, y odiosamente egoísta. En Wheeler personifica el autor el abismo generacional que ha generado que una sociedad vertiginosamente cambiante, en la que en cuestión de horas cualquiera puede convertirse en «dinosaurio», no solo en el aspecto tecnológico, sino también en el de los valores y las costumbres.
El mérito de Letts es convertir una historia previsible y a sus protagonistas en una «agricomedia» entretenida gracias a unos diálogos ágiles y frescos -la adaptación de Bernabé Rico es impecable-; será más fácil que conecten con el protagonista los espectadores que ronden la cincuentena y que muchas de las reflexiones del personaje al que interpreta Toni Cantó las puedan adoptar como suyas. El «happy end» que propone, sin embargo, resta acidez al relato y lo tiñe de comedia fácil. José Pascual dibuja una dirección limpia y ordenada y consigue un espectáculo más que correcto, en el que brillan especialmente el citado Toni Cantó -en uno de sus mejores trabajos en escena- y la joven Nuria Herrero.
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