«Château Margaux» y «La viejecita», historias de la radio (y de la zarzuela)

Lluís Pasqual ha hecho la versión y dirige el espectáculo, bajo la batuta de Miquel Ortega

Jesús Castejón, en una escena del espectáculo Enrique Moreno Esquibel
Julio Bravo

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Cuando a Lluís Pasqual , hace unos años, le llamó Emilio Sagi , entonces director del teatro Arriaga, para que montara allí la zarzuela « La viejecita », le comentó: «Igual no te suena, no es un título muy conocido». El director catalán le contestó cantándole fragmentos de la obra, con música de Manuel Fernández Caballero , y que se sabe prácticamente de memoria. «La zarzuela -dice Pasqual- me hace feliz, me lleva a mi infancia. Mi madre se pasaba el día cantando zarzuela, y yo la escuchaba a través de la radio. Forma parte de mi educación musical ». No era lógico, por tanto, que no se hubiera zambullido en el género; «nadie me lo ofreció», se excusa.

La llamada de Sagi derivó en un espectáculo que incluye «La viejecita» y otro de los títulos de Fernández Caballero, « Château Margaux », y que tras ver la luz en Bilbao hace un par de años se presenta ahora en el Teatro de la Zarzuela . Miquel Ortega es el director musical de esta propuesta singular en la que la orquesta se encuentra en el escenario y no en el foso, y que cuenta, como intérpretes, con Jesús Castejón, Ruth Iniesta, Borja Quiza, Sara Blanch, Ricardo Velásquez, Emilio Sánchez, Miguel Sola, Antonio Torres y Lander Iglesias . La escenografía es de Paco Azorín , el vestuario de Isidre Prunés y la coreografía de Montse Colomé .

Lluís Pasqual es el autor de la versión «libre» del libreto de las dos zarzuelas, que él ha vertebrado en torno a la radio . «“La viejecita” y “Château Margaux” son dos obras extraordinarias, pero con libretos débiles». Eso, el poder evocador de la radio y su papel como vehículo difusor de la zarzuela y como campo de sueños en la vida de los españoles en los años posteriores a la posguerra, le llevaron a trenzar las historias en torno a un estudio radiofónico y un personaje, Ricardo Gracián, que es, según su intérprete, Jesús Castejón , «un mago».

Castejón es también un hombre feliz cada vez que tiene la oportunidad de subir al escenario del teatro de La Zarzuela -es hijo de Rafael Castejón y Pepa Rosado , dos emblemáticos intérpretes del género-. «Para mí es un placer, pero también una obligacion hacer zarzuela; seguramente en mi infancia y mi juventud pasé más horas aquí, en este teatro, que en mi propia casa».

Grandes nombres de la radio como Bobby Deglané o Pedro Pablo Ayuso están detrás de su interpretación: «he tratado de escuchar sus ritmos, sus inflexiones... Yo me he criado -explica- con “Ustedes son formidables ” y “ Matilde, Perico y Periquín ”». «Jesús -añade Pasqual- hace algo muy difícil, y es interpretar un perfume; el perfume de una época, de un momento». Con el montaje, el director quiere «que lo que me ha emocionado a mí consiga emocionar a los demás.

Miquel Ortega , el director musical de la producción, reivindica al compositor de las dos obras. «Fernandez Caballero es un autor minusvalorado . “La viejecita” es una obra maestra, y “Chatêaux Margaux” un juguete de una gran genialidad. Y nosotros tenemos la obligación de mostrar las joyas musicales que tenemos».

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