Catarata sensorial
Hay obras de teatro que son en realidad poemas. «Siglo mío, bestia mía» lo es. Una pieza a ratos hermética, oscura, impenetrable; simbólica, hermosa, doliente, épica... El texto es el sollozo, más que el llanto, de su autora, Lola Blasco, una muy interesante voz de nuestro joven teatro, que antes de este estreno presentó en el Teatro Español «En palabras de Jo... Mujercitas», sobre la obra de Louise May Alcott. La propia autora habla de su obra como «un mapa emocional de una época»; y es que entrelaza en ella el lamento por situaciones como la crisis de los refugiados con la búsqueda de la luz, de la salida del túnel anímico en el que la protagonista -«Yo»- se encuentra.
A este texto dificilísimo de llevar a escena se ha enfrentado Marta Pazos, que lo ha convertido en un espectáculo bellísimo, magnético, cargado de sugerencias, de imágenes, de sonidos, casi hasta de olores. «Siglo mío, bestia mía» es una catarata sensorial, en el que la directora, apoyada por sus colaboradores- navega por la poesía del texto con pulso firme. La propia Lola Blasco se sube a escena para convertirse en el cuaderno de bitácora, pero es Bruna Cusí, alter ego de la autora, quien destaca con una interpretación comrometida y sensible.
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