CRÍTICA DE TEATRO
«Arte nuevo: un homenaje», en el Teatro Español: un movimiento pionero
El espectáculo, que incluye dos obras de Alfonso Sastre y Medardo Fraile respecivamente, supone el debut como director teatral de José Luis Garci
![Miguel Ángel Muñoz y Ana Carlota Fernández, en una escena de «Cargamento de sueños»](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2016/02/26/garci3--620x349.jpg)
José Luis Garci , cinéfilo y nostálgico, debuta como director teatral con un programa doble, como los de antes en los cines de sesión continua. Dos piezas de un acto engarzadas en un espectáculo de homenaje a Arte Nuevo , el grupo madrileño nacido en 1945 con el ambicioso propósito de renovar el teatro español. Alfonso Sastre y Medardo Fraile , dos de los componentes de aquel joven movimiento, son los respectivos autores de las obras elegidas, « Cargamento de sueños » y « El hermano », que también compartieron escenario de estreno el 9 de enero de 1948: el teatro del Instituto Ramiro de Maeztu.
«Arte nuevo: un homenaje» (***)
Autores: Alfonso Sastre («Cargamento de sueños») y Medardo Fraile («El hermano»). Dirección: José Luis Garci. Iluminación: José Manuel Guerra. Escenografía: Sebastiá Brossa. Vestuario: Lourdes de Orduña. Intérpretes: Miguel Ángel Muñoz
Gary Piquer
Sastre, cuya voz saluda a los espectadores del Español a telón bajado en un mensaje expresamente grabado para la ocasión, dedicó esta obra, empapada de una vibración existencial muy de la época, «a los vagabundos. Porque en un instante cualquiera de esta noche oirán de los labios metafísicos del Cristo el anuncio de la madrugada». Dos personajes errantes se encuentran en un páramo: Man, consumido por la culpa de haber matado a Frau, la mujer que amaba, y Jeschoua, que se revela como una suerte de ángel de la redención. Es, a mi juicio, la pieza que peor ha resistido el paso del tiempo y quizás resulte excesiva la comparación con « Esperando a Godot » que realiza Garci en el programa de mano.
« El hermano » es una bien dibujada estampa de época, precedente del teatro posterior de Lauro Olmo más que, como escribe Garci, del de Buero . Sobre una cena familiar en la que el padre, la madre y Pedro, el hijo, esperan la llegada de Lucía, la hija, parece gravitar algo incierto que Fraile acertadamente nunca explicita. De las inquisitivas preguntas de Pedro a Lucía puede deducirse que la chica tiene problemas con un novio que tal vez no quiera saber nada de un hipotético embarazo, pero también se abre una incógnita sobre la naturaleza real de las relaciones entre los dos hermanos. Inquietante final abierto con retazos de sombra.
Como director de escena, José Luis Garci se revela como un maestro de la cocción lenta y un gran creador de atmósferas, minucioso, seguro y muy detallista. Estupendos el trabajo escenográfico de Brossa y la iluminación de José Manuel Guerra . Y bien entonados todos los intérpretes de esta interesante recuperación de unos textos que abrieron camino en tiempos difíciles. Hay que aplaudir a Garci por ello.
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