CRÍTICA DE DANZA

Oscuro paisaje familiar

El Staatsballett de Nacho Duato presenta en el Teatro Real un segundo programa con piezas contemporáneas

Oscuro paisaje familiar javier del real

JULIO BRAVO

El segundo programa que el Staatsballett de Berlín de Nacho Duato ha presentado en el Teatro Real , después de su versión de « La bella durmiente », es mucho más reconocible y familiar al público madrileño que el clásico. De hecho, parecía en algunos momentos que el público se introducía en el túnel del tiempo y viajaba hacia la época en que el coreógrafo valenciano dirigía la Compañía Nacional de Danza .

Presentaba Duato dos piezas propias y una tercera del alemán Marco Goecke , coreógrafo residente en el Ballet de Stuttgart . De las dos de Duato, una de ellas -« Static Time »- es el nuevo trabajo del valenciano, mientras que « White Darkness » es una obra creada en 2001 para la CND.

Casi quince años separan las dos piezas, pero las dos muestran -evolución del lenguaje al margen- a un Nacho Duato melancólico y oscuro , cuando no torturado. En ambas cuenta con la escenografia, monumental y simbólica, de Jaffar Chalabi , uno de sus colaboradores habituales. En ambas muestra su innegable buen gusto, su preocupación estética, su apego a la tierra y las tinieblas (en contraste con las mucho más vitalistas coreografías de la época de su llegada a España) y, especialmente, su extraordinaria musicalidad . En los dos casos, las coreografías se convierten en piezas oscuramente acariciadoras, con momentos en la segunda verdaderamente conmovedores.

El contraste de la coreografía de Marcus Goecke procede del vocabulario, no tanto de la estética. « And the sky on that cloud old day », sobre música de John Adams («Guide to strange places»), posee magnetismo, apoyada sobre todo en su particular lenguaje, con movimientos cortos, repentinos y cortantes, y un gusto por lo misterioso que comparte con Duato.

El Staatsballett de Berlín mostró lo mismo que en «La bella durmiente»: que es un conjunto solvente , preparado y disciplinado, pero sin brillo, que no se ha ahormado todavía (como lo estaban los bailarines de la CND) al lenguaje y la personalidad de Nacho Duato.

Oscuro paisaje familiar

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