La muerte, eje de la participación española en la Cuatrienal de escenografía de Praga

El pabellón español, creado por José Luis Raymond, presenta un túmulo funerario

La muerte, eje de la participación española en la Cuatrienal de escenografía de Praga abc

julio bravo

Praga es, estos días, un gigantesco decorado, La capital checa alberga la decimotercera edición de la Cuatrienal , el evento internacional dedicado a la escenografía . Durante once días, se reúnen un millar de artistas procedentes de setenta y ocho países, en una reunión en la que se marca el paso de las tendencias en este arte escénico y que, en la edición de 2011, atrajo a cincuenta mil personas . La gran novedad de este año es que, en lugar de concentrarse en el palacio de congresos de la ciudad, la Cuatrienal se ha integrado en la ciudad, y los distintos pabellones se han desperdigado por varios emblemáticos edificios de la histórica capital. Con ello se ha querido recuperar un espacio que, en estos días preveraniegos fundamentalmente, pertenecen a los numerosos turistas que alfombran las calles. Las exposiciones se completan son un sinfín de perfornances callejeras y otras actividades paralelas, entre ellas las charlas de figuras internacionales como Robert Lepage , Bob Wilson y Julie Taymor .

El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) -junto con la Resad , Acción Cultural Española , la Agencia Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo (Aecid) y el Instituto Cervantes - organiza y coordina la participación española. Su comisario es el escenógrafo y profesor de la Resad José Luis Raymond , creador igualmente del pabellón de España, instalado en el Palacio de Colloredo-Mansfeld , un soberbio edificio construido a mediados del siglo XVIII y situado en el centro del casco histórico de Praga, junto a uno de los extremos del emblemático Puente de Carlos . «Clima, política y música» era el ambiguo lema que recibieron los comisarios de los distintos países para sus respectivos trabajos, y Raymond imaginó, en un espacio de treinta metros cuadrados, un particular monumento funerario presidido por la palabra « Muérete ». Su idea es que «en esta sociedad cambiante, quien no asuma la realidad de la evolución estará muerto como ciudadano».

Por el pabellón, un espacio lúgubre y opresivo, flota también la idea barroca de la muerte metafórica que recogieron los dramaturgos del siglo de Oro. Un túmulo. al que rodea la leyenda «El cambio colectivo pasa por la muerte del viejo disfraz que albergas en ti», preside la estancia. En él se puede tumbar el visitante -a los distintos comisarios se les pidió también que los proyectos fueran interactivos-; un espejo en el techo les permite verse bañado por una proyección de cientos de gusanos (realizada por Álvaro de Luna ), mientras escucha un alentador texto escrito por Daniel Sarasola , recitado por el actor Francisco Rojas . Alrededor del túmulo, tras un cristal, decenas de objetos que hay que dejar atrás, y las paredes son doradas, símbolo también de la riqueza que hay que abandonar. «Queríamos que la gente se levantara conmovida y pensando sobre lo que acaba de oír, y por los comentarios creo que lo hemos conseguido», dice Raymond.

En el mismo Palacio de Colloredo-Mansfeld , pero en la sección regional, se encuentra el Pabellón de Cataluña , Tradicionalmente, el Institut del Teatre de Barcelona ha representado a España en esta Cuatrienal, pero al decidir el Inaem en 2011 que la Comisaría para esta edición correspondería a la Resad, las autoridades catalanas decidieron montar su propio pabellón. Éste es un homenaje al escenógrafo Alfons Flores (habitual en los trabajos de La Fura ) y a sus creaciones en el mundo de la ópera, y la comisaria es Bibiana Puigdefábregas .

La participación española en esta Cuatrienal no se limita a los pabellones. Hay una sección dentro del evento dedicada a los estudiantes de escenografía , Aquí también ha habido división. Mientras, bajo el comisariado de Alicia Blas , se han unido para un proyecto conjunto las escuelas de Arte Dramático de Córdoba, Sevilla, Vigo y la Resad, Cataluña presenta el suyo propio, titulado «No way». Los dos se encuentran en la Casa de Kafka , el imponente edificio en el que nació el autor de «La metamorfosis», y que está situada en los límites de lo que entonces era el gueto judío. El pabellón español se titula « Atravesando el cristal »: Los estudiantes han trabajado desde sus propias ciudades, siguiendo las pautas de la propia creacion de una escenografía. El proceso y el resultado se ha dividido en cuatro fases, que se han vinculado a los cuatro elementos : aire, tierra, agua y fuego. Materiales reciclables, economía de medios y artesanía en la construcción son la principales características del proyecto.

José Luis Raymond ha aprovechado la presencia en Praga del Instituto Cervantes , cuya sede en la capital checa dirige Ramiro Villapadierna , para mostrar el estado actual de la escenografía española en la exposición « Tránsito por la escenografía española contemporánea ». Se trata de una propuesta sencilla, pensada para itinerar, que se divide en ocho apartados, con monitores en cada uno de ellos que muestran imágenes de cerca de seiscientos espectáculos -teatro de texto, danza, ópera, zarzuela...- estrenados en España en los últimos cinco años. La exposición se podrá ver después en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro y se presentará también en el Teatro Valle-Inclán de Madrid , el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz , así como en las escuelas de arte dramático de Vigo, Córdoba y Sevilla.

Si el pabellón español tiene la idea de la muerte como eje, el mismo asunto es la base de « De Profundis », un trabajo seleccionado por la Cuatrienal para su sección «Performing Space». Se trata de un imaginativo proyecto de los estudiantes sevillanos de escenografía Ángela Guerrero y Manuel Cid , que trata de reflexionar sobre el cuerpo como arquitectura. La iglesia de Santo Tomás -conocida en Praga como la iglesia de los españoles y regentada por agustinos-, acoge el final de un recorrido que empieza en el Palacio Clam Gallas , y en el que hay que atravesar el bullicioso Puente de Carlos. Antes de entrar en el templo, hay que cruzar una cabina y pasar por debajo de una calavera. La paz del templo es el lugar en el que los participantes, ante los sarcófagos de San Bonifacio y San Justo , recogen la atmósfera del lugar con una cámara estenopeica casera. También esta instalación se podrá ver en el próximo festival de Almagro.

Otra performance , titulada « No lloro porque no espero », y que buscaba llamar la atención sobre la diferencia, se pudo ver anteayer, Día de España, por las calles de Praga. Dividida en distintas sesiones, cada una diferentes, en la primera -celebrada en la Plaza de la Ciudad Vieja , punto de reunión de miles de turistas-, salieron de una setentera caravana varias personas vestidas con un mono naranja y máscaras en el rostro que, en silencio, fueron reclutando a distintos espectadores, a los que vistieron con un mono blanco (similar a los utilizados en las zonas de esterilización), que se tumbaron en el suelo, con un insulto sobre el pecho cada uno de ellos. La idea fue de los alumnos de las distintas escuelas españolas de arte dramático.

La jornada festiva concluyó, como no podía ser de otro modo, con una verbena de San Juan en el Instituto Cervantes . La cambiante climatología obligó a realizarla en el interior: Sangría, jamón, queso y tortilla de patatas acompañaron al público, que pudo escuchar también a los hermanos Cubero , que mezclan el folclore alcarreño y la música tradicional estadounidense .

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