«Más apellidos vascos», la secuela teatral del fenómeno cinematográfico
La obra, que trata de reeditar el éxito de la película más taquillera del cine español, está dirigida por Gabriel Olivares
Según datos del Ministerio de Cultura, más de nueve millones de personas hah visto la película « Ocho apellidos vascos ». No es extraño que sus productores hayan decidido intentar exprimir el éxito del producto también en el teatro. Así ha nacido « Más apellidos vascos », una pieza creada por uno de sus guionistas, Diego San José , junto con Roberto Santiago y Pablo Almarcegui . Ayer comenzaron las funciones previas de la obra, cuyo estreno oficial es el jueves 22. Dirige Gabriel Olivares , y el reparto lo integran LeoRivera, Rebeca Valls, Cecilia Solaguren y Carlos Heredia .
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«Es sobre todo una comedia romántica –explica Gabriel Olivares –, un génro poco explorado en el teatro». En torno a la historia de amor de un ertzaina vasco y una policía nacional andaluza , se engarzan otras ocho historias que siguen el espíritu de la película. «No es un remake ni una adaptación teatral del filme –cuenta el director–, pero sí están presentes tres de sus columnas vertebrales : el humor y los tópicos vasco-andaluces , la comedia romántica y el conflicto generacional . Solo que aquí es ella la que quiere presentarle a él a sus padres». El director participó desde el principio en el proceso de escritura. «El nexo de unión de las ocho historias era la irrupción de un noticiario humorístico , pero creímos que la función necesitaba una columna vertebral más sólida, y surgió la idea de la historia de los dos policías».
Treinta personajes
Los cuatro actores interpretan a cerca de una treintena de personajes , «Es impresionante el trabajo que realizan tanto dentro como fuera de escena, y la energía que despliegan. Son cuatro, pero parece que son catorce, y creo que eso el público lo agradece ».
Gonzalo Salazar-Simpson , de LaZona , uno de los productores tanto de la película como de la obra de teatro, dice que ésta se ha planteado «para que llegue a todo tipo de espectadores :los que nunca han ido al teatro, los que van ocasionalmente y los que van mucho». La intención es, añade Olivares, que los espectadores salgan del teatro divertidos y con sensación de felicidad. No hay más pretensiones. «Yo soy un director intuitivo , nada intelectual, y no quiero llegar solamente al intelecto del público. Trabajo desde la respuesta y la intuición; soy como un espeleólogo que tiene que desenterrar un dinosaurio ; al principio trabajas a ciegas, hasta que te topas con un hueso. Si te pones las gafas de la intelectualidad te pierdes cantidad de cosas maravillosas que pasan en la sala de ensayos».
El código elegido para la función es el teatro de variedades . «Tiene sentido que la respuesta teatral a una película tan popular sea con una forma también popular, la propuesta tiene sentido y coherencia. Y aunque la función esté compuesta por sketches , hay un espectáculo total cerrado, con un código teatral, el de las variedades. El público se va a encontrar canciones, música, risa... Es la renovación del teatro de variedades».
Asegura Gabriel Olivares no haber tenido miedo al recibir el encargo de dirigir esta secuela teatral de la película de mayor éxito del cine español. «Sí tengo, naturalmente, la responsabilidad de no defraudar las expectativas del público que acuda con el recuerdo de la película».