«Ruhr-Ort», regreso a la mina

Cuando, en 1991, Susanne Linke estrenó «Ruhr-Ort» , la coreógrafa quería llevar al escenario el duro trabajo de las minas de la región alemana del Ruhr, uno de los principales núcleos industriales de Europa. Llevaba ya Susanne Linke más de veinte años de trabajo, y se había consolidado como uno de los principales activos del Tanztheater (danza-teatro), cuyo mascarón de proa es Pina Bausch .

Ahora, casi un cuarto de siglo después, la coreógrafa ha reconstruido su pieza (una de las más destacadas en su carrera) para Renegade in residence , un laboratorio de danza situado en Bochum (Alemania). «Ruhr-Ort» es una pieza potente, sudorosa, en la que los movimientos son gubias que horadan la madera del escenario.

«Ruhr-Ort» se apoya en una música metálica, insistente y, en ocasiones, peligrosamente alta (supera en varios momentos los 100 decibelios, lo que obliga al teatro a facilitar tapones para los oídos a los espectadores), y una escenografía férrea, tenuemente iluminada.

Susanne Linke consigue, con sus ocho bailarines, traducir al lenguaje de la danza la rudeza, el sacrificio y el esfuerzo de ese mundo, a través de una obra que, sin embargo, arrastra el peso de los años y los muchos cambios que ha habido en la danza. Abandonada la emoción, todo se fía al trabajo extenuante de los ocho bailarines, de los que se exige un trabajo, más que artítisco, atlético; y resulta admirable su entrega y su compromiso.