«An Old Monk»: las edades del baile

Con la música del gran Thelonius Monk como guía, el Kris Defoort Trio inunda la escena con el vuelo de las avispas sonámbulas que pueblan ese ritmo sincopado y asimétrico. En esa formidable atmósfera de jam session hace su entrada Josse De Pauw, corpulento, desinhibido, bailando como un derviche descoyuntado. Parece un hermano de Leo Bassi con larga perilla de chivo.

Con el resuello entrecortado y ronco habla de dos jóvenes amantes que bailan, embriagados de sí mismos en ese acto de afecto, música y movimiento. Y regresa al pasado a través del espejo que le devuelve la imagen de un hombre maduro que no se reconoce en esos rasgos avejentados.

«An Old Monk» , amén de referirse en un juego de paralelismos a ese viejo monje que fue el pianista y compositor Monk, es un viaje a las edades del ser humano, de la niñez a la madurez pasando por la juventud plena de los enamorados. De Pawn – actor , autor, cineasta, escritor y performer belga– se narra a sí mismo en una reivindicación de seguir bailando pase lo que pase, de superar la inercia pasiva de los años, de lograr que al monje contemplativo que se aposenta en los cuerpos maduros le vuelva a apetecer entrar en danza para resistir con humor ante lo inevitable, que es el envejecimiento. Y cierra la función con una sucesión de fotos de sí mismo desnudo retocadas con guasa por el artista Benoît van Innis .

La compañía Lod Music Theatre y el Théâtre Vidy-Lausanne coproducen este espectáculo ligero y lleno del encanto autorreferencial de su oficiante, una apuesta optimista y agradable, divertida a ratos y mecida por los sones del estupendo trío de Kris Defoort, en el que el imberbe batería Lander Gyselinck asombra por su solvencia, fantasía y entusiasmo.