Crítica de zarzuela
Vuelve la zarzuela al Maestranza de Sevilla, a lo grande
Tras dos años sin una producción como es debida, el género regresa glorioso con «La tabernera del puerto»
![La soprano María José Moreno en un momento de la obra](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2019/02/08/s/zarzuela-maria-jose-kwb--1248x698@abc.jpg)
La ficha es extensa; pero, a mi juicio, imprescindible: sería injusto no mencionar a todos los protagonistas de este estupendo acontecimiento . Después de dos años «castigados» sin una zarzuela como es debido, ha regresado gloriosamente , con un título señero.
Tal vez, la última «grande» del género: estrenada tres meses antes de la Guerra Civil , es sabido que, tras el término de esta, no se volvieron a componer obras significativas del mismo.
Sin embargo, el patrimonio, tan nuestro, de la zarzuela «moderna», que comienza a mediados del XIX, es un tesoro inapreciable que debemos conservar y potenciar: ¿Por qué sólo una cada temporada, en vista de la calidad y el gran éxito de público que ha tenido esta?
«La tabernera del puerto» es, sin duda, la mejor composición de Sorozábal , sobre un libreto excelente. Si a esto se añade una puesta en escena memorable (de ahí la mención obligada de todos sus responsables, desde su director Mario Gas a la escenografía, vestuario, iluminación —fundamental—, movimiento escénico —impecable— y proyecciones —extraordinaria la escena de la galerna—) tenemos un «pleno» indiscutible .
Un pleno en cuanto a la dimensión teatral, tanto de los actores como de los cantantes. Pero no menos un pleno musical .
La formación «clásica» de su autor, maestro de la orquestación, a la que sabe combinar con el «toque» popular, sin caer nunca en lo populachero, fue transmitida por una espléndida orquesta , dirigida brillantemente, con toda precisión y ductilidad, por Óliver Díaz . Y los intérpretes vocales, de canto o de palabra hablada, se sumaron a la fiesta.
María José Moreno , de encantadora presencia, embelesó en su célebre «En un país de fábula» y mantuvo todo el tiempo un expresivo fraseo; Ódena exhibió la potente e imperiosa cualidad que exige su variado papel; Gandía hizo honor a su importante cometido y dio una apasionada lección en su tan esperada «¡No puede ser!» , joya de esta obra y de todo el repertorio zarzuelístico; destacado Morillo en la original romanza para bajo «Despierta negro»; chispeante Ruth González como el joven Abel.
En cuanto a los actores, geniales y divertidísimos Vicky Peña, Pep Molina y Ángel Ruiz ; entonados, los secundarios García, Martos y Agustín Ruiz. Y el Cor o, general, de mujeres o de hombres, a su acostumbrada altura . ¿Qué podemos pedir más? Ah, sí, a quien corresponda: después de esto, una sola zarzuela anual nos sabe a poco.
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