ROSS
La Sinfónica de Sevilla celebra el genio de Mozart con un concierto teatralizado
Axelrod dirige en el Lope de Vega, del 1 al 3 de febrero, su adaptación de la «Amadeus», de Peter Shaffer

Para muchos, la puerta de entrada en la música clásica pudo ser aquel concierto al que sus padres, sus tíos o, incluso, el colegio les llevaron de pequeño y les provocó una epifanía que convirtió en habitual su asistencia a los teatros.
Pero, seguramente, para muchos más, la llave que abrió el universo clásico pudo ser una película como, por ejemplo, «Amadeus» (1984), de Milos Forman , un festín de música de Mozart aderezado con el potente argumento del presunto envenenamiento del autor de la sinfonía «Júpiter» a manos de su rival, el compositor de la corte vienesa Antonio Salieri , algo tan sugerente como carente de rigor histórico.
El argumento de «Amadeus» partía de una obra de teatro del mismo título del británico Peter Shaffer , que el director artístico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), John Axelrod , adaptó hace unos veinte años para crear un espectáculo a medio camino del concierto, la ópera y el teatro, y a la búsqueda de una «experiencia más trascendental» como el resultado de la suma de todas estas artes escénicas y que permita llegar a públicos, de los más pequeños a los mayores, que no suelen ir las salas de conciertos.
De hecho, Axelrod recomendó especialmente la obra para los más pequeños, no solo por la música de Mozart, sino porque el espectáculo presenta «momentos de la vida de los que pueden aprender».
Desde que concibió este espectáculo, señala Axelrod, este se ha representado con éxito en diferentes idiomas y escenarios, desde un castillo a una sala de conciertos, y los próximos viernes, sábado y domingo lo hará en el Teatro Lope de Vega con un elenco que combina actores, que encarnan a Mozart y Salieri, entre otros, varios cantantes y el coro de la A. de AA. del Teatro de la Maestranza .
Toda una celebración de Mozart, que localizó en Sevilla algunas de sus obras maestras como «Don Giovanni» o «Las bodas de Fígaro» , del que se conmemoran este domingo los 263 años de su nacimiento .
De hecho, las iniciativas del ICAS para acercar la música del compositor de Salzburgo arrancan ese día en el Espacio Turina , con la celebración de una «Mozartiade» organizada por la Asociación Andalucía Clásica , que propone un maratón de cinco conciertos de música de cámara a precios populares.
Amplia muestra
El espectáculo que se podrá ver a partir del próximo viernes en el Lope de Vega, que cuenta con dirección escénica y musical del estadounidense, se centrará, en cambio, en música para orquesta y para la escena , ofreciendo una amplia panorámica de la obra de Mozart. Así, el programa arranca con la «Sinfonía nº 25» , a la que seguirá la «Serenata nº 10 para viento» .
Su producción operística tendrá paradas en el aria «Marten Aller Arten», de «El rapto en el serrallo» , que interpretará la soprano Lucía Martín-Cartón , que encarnará en el espectáculo a Caterina Cavalieri , la cantante que estrenó el papel y que era amante del compositor.
«Ella era una oportunista, con una gran voz, cuya carrera va hacia arriba cuando se hace amante de Mozart y Salieri. Martín-Cartón es una cantante fantástica para una pieza muy difícil y con muchas notas, pero también llena de poesía».
La ROSS también acometerá las oberturas de «Don Giovanni» y «Las bodas de Fígaro». Completan el programa el «Concierto para piano y orquesta nº23» y una selección de la «Misa de Réquiem» . El elenco musical lo completan los cantantes Laura Verrecchia (alto), Juan Antonio Sanabria (tenor) y José Coca (bajo).
Todas estas obras se despliegan dentro de una estructura dramática, que resume en unos treinta minutos de acción teatral la obra de Shaffer, con la participación de Eugenio Jiménez , que encarnará a Mozart; Gema Abad , su esposa Constanze Weber ; y Roberto Quintana , que interpreta a Salieri, además haberse encargado de la dirección de actores y la dramaturgia.
Quintana destacó que la adaptación de Axelrod «cuenta con lo esencial del texto de Shaffer», alterna con «naturalidad» las partes dramatizadas y la música, y «saca el teatro de sus límites» para humanizar las figuras de Mozart y Salieri.
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