Crítica de Danza
¡Sin móviles y encendidos!
Vertebración VII presentó dos propuestas coreográficas y de performance en el Teatro de la Maestranza
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Vertebración VII, una propuesta donde los bailarines trabajan con los creadores que eligen y lo hacen por el gusto de ponerse a crear.
«Romero» de Ellavled Elcano abrió la noche. Una propuesta con un espacio sonoro estupendo de Juan Luis Matilla, que reunió a nueve intérpretes y donde se realizaron algunos momentos de danza vertical a muy baja altura. Danza de conjunto, con momentos muy imaginativos, como los movimientos de danza vertical sobre una pared de personas, o los realizados tipo autómata sobre el muro. Mucho trabbajo de suelo y compenetración de un grupo de bailarines que trabajó mucho con acciones incluso humorísticas, muy bien puestas a lo largo de la coreografía, que se apoyaba igualmente en varias estupendas máscaras realizadas expresamente para este espectáculo. Buen trabajo de Ellavled Elcano sobre todo en el movimiento escénico del elenco.
La segunda propuesta traía la firma de las Bisiestas y de este colectivo se puede esperar cualquier cosa. Así que pasó lo siguiente: nos pidieron los números de móvil para montar un grupo de Whatsapp con los espectadores. Primera instrucción antes de entrar: tenemos que entregar los móviles que estarán a la vista, y... «póngales el sonido». Pongan un hashtag Los gatos de la madrina, Las bisiestas... tienen 3 minutos, nos dicen, y un huevo-reloj de cocina mide el tiempo. Nos dan un número, entramos, dejamos los teléfonos, nos sentamos en la grada o en el escenario y empiezan las instrucciones hasta 25 leíadas por el público.
Nos reciben con comida que luego dicen, «no es gratis. 50 céntimos en esta caja, por favor». Nos piden que nos presentemos a los que tenemos alrededor, y el público comienza a saltar al escenario y se presenta, se abraza. Las caras se relajan. Las Bisiestas empiezan su performance-danza: hay un recitativo que se repite una y otra vez como inicio de las acciones que luego comenzarán. Un «bisiesta» te mira a los ojos, otra trata de ponerse una prenda, otra te tira un calcetín que tu le rebotas, otra baila en el suelo, y.. se producen cortes de ritmo para marcar los movimientos, mientras los móviles suenan y se iluminan en el suelo.
Siguen las instrucciones, que leen los espectadores, hasta que en el 24 nos anuncian que el 25 es el colofón, y que tenemos que decidir si queremos que se lea. En un primer momento el público dice que no, el espectáculo continúa. Y luego alguien dice que se lea... y ahí termina todo. Nos ponemos en fila, tenemos un número los cantan recogemos nuestros móviles, hemos pasado una hora sin ellos y sin stress. Como suponía nos han estado mandando mensajes y fotos: un total de 93. Hay que leerlos y volver a reir.
Es un encuentro divertido, atrevido, desconcertante y muy fresco, con el valor de atreverse a jugársela con la reacción del público. La imaginación es infinita. Bien hecho Bisiestas, no hay que rendirse nunca.