Qué plan

La Sevilla de las «Novelas ejemplares», vía crucis cervantino

Hoy día se conservan casi 20 azulejos conmemorativos dedicados al «príncipe de los ingenios españoles» y a los rincones que inspiraron su obra

Azulejo del viacrucis ABC

ABC

Sevilla es un escenario literario y en su seno acogió a algunos de los escritores de mayor dimensión de todos los tiempos. Para recordar al autor de «El Quijote» nada mejor que seguir su huella literaria en el casco urbano de la ciudad, algo que se puede hacer rastreando los azulejos conmemorativos que se instalaron hace un siglo en diversos puntos de la ciudad y que evocan los lugares en los que se inspiró el escritor para sus «Novelas ejemplares» .

La iniciativa partió de una figura relevante de la historia sevillana como es José Gestoso , ateneísta experto en cerámica que se encargó de diseñar los azulejos, realizados por la Fábrica de Mensaque, y por el también ateneísta y cronista de la ciudad Luis Montoto Rautenstraucht. El texto, según indica la recién editada guía «Cervantes en Sevilla y su provincia» (Turismo de la Provincia), corrió a cargo del escritor Rodríguez Marín. Estas placas fueron de los primeros ejemplos de azulejos conmemorativos de lugares sevillanos, iniciando una costumbre que aún hoy pervive. Todos los azulejos cervantinos aparecen encabezados de la misma manera: «El príncipe de los ingenios españoles Miguel de Cervantes Saavedra... » y en ellos se hace referencia al espacio donde se ubicaba la placa y a la obra en la que aparece recogido. Están enmarcados por una cenefa con motivos vegetales y presentan en la parte superior el escudo del Ayuntamiento Hispalense y un retrato de Cervantes.

¿Cuántos quedan? Ahora bien, existen ciertas teorías sobre el número de azulejos que ha llegado hasta nuestros días, puesto que el inventario monumental de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla habla de 16 , mientras que el ceramófilo sevillano Martín Carlos Palomo García ha encontrado 19.

La intensa investigación de Rafael Raya Rasero ha arrojado luz al respecto, y ha permitido confirmar que en origen se instalaron 25 azulejos. Este amante de la historia y la literatura publicará en breve un libro titulado «Sevilla en dos centenarios cervantinos: 1916-2016», obra en la que detallará dónde se ubicaban los azulejos desaparecidos y otros muchos datos de esta efeméride. Este «Via Crucis cervantino», como lo bautizó el periodista Juan Lafita, ofrece un interesante recorrido por las calles de Sevilla que muy pocos conocen en profundidad , una apasionante ruta con la que adentrarse en la influencia que esta ciudad ejerció sobre este genio de la literatura. «Es importante despertar el amor por la historia de Sevilla a todas las generaciones», señala Martín Carlos Palomo, y qué mejor forma de hacerlo que invitando a descubrir estos paneles conmemorativos.

El itinerario bien podía empezar por las placas que se conservan en el corazón de la ciudad, puesto que en el entorno de la Catedral hay varios de estos paneles conmemorativos. Uno de ellos está junto a la Puerta del Perdón, en la calle Alemanes , y evoca la novela ejemplar «Rinconete y Cortadillo», en la que aparecen citadas dichas gradas. Otro se ubica actualmente en la garita que da acceso al Patio de los Naranjos y en él puede leerse lo siguiente: «El príncipe de los ingenios españoles Miguel de Cervantes Saavedra escribió el famoso soneto, que principia ‘Vive Dios, que me espanta esta grandeza’, con ocasión del túmulo levantado en esta Santa Iglesia Catedral para las honras de S.M.C. el Rey Don Felipe II». A los pies de la Giralda se ubica otro de los azulejos que nos ocupa, concretamente en la pared del Convento de la Encarnación, donde se recuerda que allí se ubicaba el Corral de los Olmos, donde tenía su sede el cabildo civil y eclesiástico, y que Cervantes evoca en su comedia «El rufián dichoso».

Azulejo en la calle Alemanes ABC

En la confluencia de la calle Miguel de Mañara con la avenida de la Constitución hay otro que hace mención a «Rinconete y Cortadillo» , «Novela ejemplar» que también aparece citada en los azulejos de la calle Joaquín Guichot, llamada antiguamente «De tintores»; la Plaza del Pan, donde ocurrió uno de los episodios «más donosos» de dicha obra; la calle Huelva, «antes nombrada como La caza o De la gallinería y considerada una de las tres cosas que el rey tenía por ganar en Sevilla». También «Rinconete y Cortadillo» aparece citada en los azulejos de la calle Alcaicería, antes conocida como de la carnicería; o en el edificio de la Diputación de Sevilla, donde las palabras de este rótulo recuerdan al antiguo matadero. En los Jardines de la Buhaira, por otro lado, se menciona en un azulejo el campo de la Huerta del Rey que aparece en dicha obra.

«La española inglesa»

Otras de las placas conmemorativas citan obras como «La española inglesa», en la calle Santa Paula, donde moró Isabela junto a sus padres (personajes de dicha novela) o «Coloquio de Escipión y Berganza», en la fachada de la iglesia de la Anunciación, que aparece reflejado como un estudio de la Compañía de Jesús. También esta obra se cita en las placas del Arquillo del Ayuntamiento o en la Cuesta del Rosario, 12, conocida en otro tiempo como La Costanilla. Además de las «Novelas ejemplares», hay otros azulejos dedicados al autor de «El Quijote» en los que se explica su estancia en casa de su amigo Tomás Gutiérrez (en el actual edificio del Servicio Andaluz de Salud) ; o las numerosas veces que aparece citada la calle Sierpes en sus obras, como indica el azulejo que luce la fachada del Círculo Mercantil en dicha calle. Sin duda, todo el que logre localizar y leer esta colección conmemorativa habrá ahondado mucho más en la vida de este grande de la Literatura y su intensa relación con las calles de Sevilla.

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