Rubén Olmo: «En Jerez el Nacional saldará su deuda con Mario Maya»

Marta Carrasco

21/02/2020 a las 08:02h.

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Rubén Olmo (Sevilla 1980), tenía un póster del Ballet Nacional de España sobre su cama de la vivienda familiar en el Cerro del Águila cuando estudiaba danza. Durante muchos años aquello fue un sueño y se cumplió el pasado mes de septiembre cuando fue nombrado director de esta compañía institucional, siendo el segundo sevillano, el primero fue Antonio el Bailarín , al frente del Ballet.

Su primer programa se estrenará en el Festival de Jerez que empieza el viernes 21 de febrero y hasta el 7 de marzo, un programa compuesto por obras de Escuela Bolera , c lásico español y flamenco , y con una dedicatoria muy especial: al desaparecido maestro Mario Maya .

Su entrada en la compañía ha sido serena, «mi entrada en el Ballet Nacional ha sido una maravilla. La gente tenía muchas ganas de trabajar conmigo y estamos con mucha ilusión . Ha venido mucha gente a desearme lo mejor y estoy muy contento».

El programa que presentará el día 7 de marzo en el Festival de Jerez lleva por título «Invocación» y, «tiene dos partes, una primera con un número nuevo de Escuela Bolera que se llama «Invocación bolera», que es una nueva visión de esta escuela clásica, recordando a la familia Pericet , Antonio el Bailarín, Mariemma , y con una partitura nueva del compositor de Los Palacios, Manuel Bustos . Luego, «Jauleña», un sólo mío basado en un pueblo de Granada donde se reunían las tres culturas, y en ese sólo reúno las tres disciplinas de la danza española: la danza estilizada, bolera y flamenco».

El programa incluye también «Eterna Iberia», un ballet de danza española de Antonio Najarro , última obra que se estrenó bajo la dirección de este coreógrafo en el Nacional y «que casi no se ha visto».

La segunda parte del espectáculo es el homenaje a Mario Maya , con «De lo flamenco» , y otras coreografías nuevas, «Romance del emplazao» para el que ha hecho una nueva versión Rafaela Carrasco y el taranto de Isabel Bayón , con una versión para solista. «Hemos recuperado la coreografía de Manolo Marín , «Los cinco toreros», la coreografía de La Toná, «Rojo, blanco, añil», «Olivo y Naranja», de Mario Maya, «Undivé» y «Quisiera ser».

A pesar de que no llegó a trabajar junto a Mario Maya, Olmo dice que «fue muy importante en mi carrera porque cuando estrenó este programa en la Compañía Andaluza de Danza en 1994, fue un antes y un después en el flamenco. Fue algo fresco, original. El flamenco de los años 90 pasó a otro nivel. El Ballet Nacional no tenía nada de Mario Maya y fue su ilusión haber pasado por esta compañía. En Jerez saldaremos esta deuda».

Rubén Olmo se ha encontrado con un buen elenco en la compañía nacional. «Sí son los que necesitaba, pero he hecho audiciones para poder completar el elenco del Ballet, me hacía falta compensar las zapatillas con el zapato . Necesitaba bailarines de peso en el zapato, y creo que ahora está todo muy equilibrado. Yo creo que ahora está muy bien y, además, entre ellos se van enriqueciendo», dice Olmo.

La personalidad del director marca cada época al Ballet. «Quiero buscar nuevos coreógrafos y compositores . Quiero que el Ballet se convierta en el corazón de la danza española , que sea el núcleo de lo que pasa fuera y que dentro pasen cosas que a la gente le interese. Y que los nuevos compositores, coreógrafos vengan a trabajar y a buscar».

Para Rubén Olmo, la preservación de las escuelas es importante. «Es la única compañía que hace Escuela Bolera en España, es una necesidad y debemos recuperarla y cuidarla, porque aquí los bailarines la pueden hacer gracias a la formación diaria y continua donde se cuida el estilo y la técnica. Además, es nuestro deber no quedarnos sólo en lo que se hizo, sino hacer nuevos montajes ».

Entre sus proyectos para el año que viene, un nuevo programa con ballet de argumento basado en un personaje histórico , «pero no quiero aún desvelarlo. Vamos a poder ver al Ballet Nacional en todas sus disciplinas e incluso más de lo que estamos acostumbrados a verlo. Va a ser un acontecimiento».

En este programa de Jerez baila «Jauleña». «Voy a seguir bailando solos de transición entre varias obras o papeles de carácter o de personaje donde yo pueda aportar algo. Pero no voy a crearme un ballet para mí, eso no. Todavía tengo edad de compartir el escenario con el Ballet».

Rubén Olmo no piensa si ha llegado a lo más alto de su carrera. «Mi futuro es conseguir que el Ballet esté donde mi mente quiere que esté, y mantenerlo como lo que es, el único en el mundo que lleva la Danza Española en todas sus disciplinas, y que todo el mundo quiera verlo. Mi intención es que gire muchísimo , estar en todos los festivales, porque además, hemos conseguido un programa que se puede montar en uno o dos días, y así los festivales se pueden hacer cargo. De otra forma, sería imposible».

Rubén Olmo ya no tendrá que cambiar el póster de su cama, sólo añadir uno nuevo donde estará él.

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