Concierto Raphael en Sevilla
Raphael: «"Escándalo" y "Desmejorado" podrían ser la BSO de la España actual»
El artista jiennense despide en Sevilla su exitosa gira «Loco por cantar» con un doblete en Fibes
Una vez más, Raphael vuelve a colgar el cartel de no hay billetes con bastante antelación a sus conciertos en Sevilla. En esta ocasión, además, lo hace por partida doble en Fibes (sábado 20 de octubre y domingo 21). Horas antes de que se alce el telón del auditorio hispalense el genio de Linares atiende a ABC para anunciar, entre otras cosas, que en breve estrenará nuevo disco .
Los dos conciertos de Sevilla suponen la despedida de su gira española. ¿Cómo anda el depósito de gasolina de Raphael?
Mi depósito siempre está lleno y preparado. Termina la gira española pero el ritmo no para, porque luego continúo por Europa: París, San Petersburgo, Moscú, Londres…
Durante el triplete de actuaciones que llevó a cabo el año pasado en Fibes se pudo comprobar que sigue pletórico de voz. ¿Algún secreto?
Supongo que influirá el hecho de que estoy de buena onda [Risas]. El año pasado estaba bien, pero ahora tengo la voz aún mejor. Así lo siento yo y así lo corroboran las crónicas de mis conciertos en Madrid, Barcelona, etc.
Sevilla siempre le ha acogido como si fuese un hijo más de esta ciudad. ¿Qué supone para usted esta tierra?
Sevilla supone para mí un punto y aparte en mi vida, en mi carrera y en todo. Siempre lo ha sido y siempre lo va a ser.
Usted es un artista de 75 años cuya música no se escucha en la radiofórmula ni se ajusta a los parámetros de ésta. ¿Cómo explica que las nuevas generaciones le sigan tan de cerca y a sus conciertos vaya tanto público joven?
Para empezar, creo que lo de la radio debe cambiar, y lo vamos a conseguir porque el público así lo demanda. Y respecto a la pregunta, una vez dije medio en broma que los jóvenes venían a mis conciertos porque sus padres me recomendaban, que les decían que vinieran a verme. Y se enfadaron. Me escribieron muchos aclarándome que iban a mis conciertos por decisión propia. Así que mi respuesta es muy sencilla: porque a los jóvenes les gusta mi música.
Más de medio millón de personas le oyen cada mes en Spotify. ¿No le parece un poco fuerte teniendo en cuenta que es una plataforma que usan principalmente los jóvenes?
¡Y tan fuerte! Me das una alegría muy grande. No estaba al corriente de ese dato. Vamos a ver si lo subimos.
Otro ejemplo es «Mi gran noche», una canción que este año cumple 50 años, sigue sonando en los garitos y en las discotecas y es uno de los temas que revoluciona cualquier fiesta. ¿Esperaba eso?
A lo largo de mi vida mi forma de trabajar ha sido no esperar nunca nada, sino entregar todo. Entonces resulta que al yo entregarlo todo, la gente me recompensa. No hago las cosas esperando, yo no invito a mi mujer o a un amigo al cine porque voy a sacar tal beneficio, lo hago porque me sale. Y al que va de verdad se le nota muchísimo, y en el mundo del arte todavía más.
¿El halago debilita?
No lo creo. Cuando la gente me dice cosas halagüeñas yo las tomo como un premio a mi trabajo, de modo que se queda en lo profesional. Así me he ido salvando de caer en las redes de creerme lo más de lo más, algo que es completamente perjudicial para la salud. La vanidad no me acompaña.
Usted es un artista aclamado por millones de fans de varias generaciones, y a la vez es respetado y admirado por sus colegas de profesión (algo que no ocurre con todo el mundo). ¿Qué aspecto le supone mayor orgullo?
Me siento satisfecho con ambas cosas. En lo segundo quizá haya influido que yo siempre me he llevado muy bien con toda la profesión. A mí modo de ver formamos una especie de gran familia. Respecto del amor del público, creo que es el que más entiende. Ellos no saben que entienden tanto, ni tienen por qué saberlo. Cuando ellos tiran para un lado, es porque el camino es por ahí.
Permítame que discrepe un poco en eso último, porque el reguetón vende mucho ahora y yo no termino de entenderlo.
Pues seguro que tendrá sus motivos. No durará mucho, porque esas cosas no duran mucho, pero vamos a estar atentos, a esperar a ver qué dejan de herencia. Porque todas las cosas que han tenido su momento y que luego no han durado siempre han dejado algo. Eso es lo que hay que aprovechar, la herencia. Porque luego es posible ajustarlo al estilo de cada artista y género musical. Y entonces te sale una cosa nueva y actual sin perder el sello propio.
Interesante…
Yo acabo de terminar un disco que viene a contestar esa pregunta. A mí el público me «obliga» a redescubrirme constantemente, a reciclar mi música y todo lo que me rodea a los nuevos tiempos. Este próximo trabajo, que verá la luz antes de Navidad, tendrá mucho de eso. Se nota en todo. Desde las fotos del disco hasta el sonido, sin olvidar que está grabado en Abbey Road (Londres).
Pese a que aún queda mucho para eso, ¿se ve en el futuro como Charles Aznavour, cantando a los 94? Cuando ha fallecido acababa de regresar de una gira en Japón.
Morir en el escenario no, porque es antiestético, pero sí me veo cantando con 90 años. Quiero pasar el resto de mi vida haciendo lo que más me gusta. No obstante, es verdad que un día me levantaré, me sentiré mal o cansado y diré hasta aquí hemos llegado. Lo que sí tengo claro es que el público a mí no me verá mal en un escenario. Sería muy torpe por mi parte que después de todo lo que he luchado en la vida para estar siempre a la altura terminasen viéndome mal. Pararé antes de llegar a ese punto.
¿El mejor o la mejor artista de la historia de la música?
No hay uno ni una. No debo decirlo porque a lo largo de la historia hay no menos de un centenar de grandísimos artistas. A mí gustaban mucho y me siguen gustando Elvis Presley y Edith Piafh. Aunque podría decir muchos más.
¿En qué momento supo cómo se ganaría la vida?
Mi primera inquietud artística iba por la interpretación. Tendría 13 años cuando yo quería ser actor, y debido a la voz que tenía todo el mundo venía a pedirme que cantara. Nadie me ofrecía un papel como actor y sí para cantar. Ahí me di cuenta del camino que tomaría mi vida.
¿Raphael sigue siendo aquel eterno solitario detrás de un escenario y propiedad un poco de todos?
Pues sí. Mejor, porque he aprendido mucho, pero básicamente sigo siendo eso.
¿Y sigue siendo aquel que cuando muere el sol la echa de menos?
También. Y el que tiene más ilusión del mundo por las cosas. Ese depósito sí que está rebosando.
Dada la situación actual del país, hay a quien le supone un esfuerzo estar contento y orgulloso con su pasaporte. ¿Su pensamiento va en esta línea?
Pues hijo a mí no me cuesta nada sentirme orgulloso de ser español. Yo soy de Linares, andaluz por los cuatro costados, hijo adoptivo de Madrid, español, europeo y ciudadano del mundo. Así se debería sentir cualquier español.
Qué opinión tiene Raphael del momento de crispación que atraviesa España con el tema del separatismo catalán, la sangrante corrupción política…
Yo soy una persona muy positiva por naturaleza y sé que todo esto va a tener arreglo más pronto que tarde, y todo va a seguir como tiene que ser.
Y para terminar, si tuviera que elegir una de sus canciones para una hipotética banda sonora de la situación actual del país, ¿Qué título elegiría? ¿«Escándalo», «Que sabe nadie», «Aunque a veces duela», «Desmejorado»…?
[Risas] Mira, «Desmejorado» no está mal. «Escándalo» es la evidente, y «Qué sabe nadie» también cuadraría, porque con todos estos jaleos, ¿qué sabe nadie lo que está ocurriendo realmente? Pero fíjate que eso de Desmejorado me ha gustado, porque está la cosa un poco chunga.
Noticias relacionadas
