Crónica

Pastora Soler en Sevilla: «Me siento en casa, más que nunca»

La artista de Coria del Río ofreció un recital de casi dos horas en el Teatro de la Maestranza en el que paseó solvente su prodigiosa voz por diferentes estilos musicales

Un momento del tramo inicial del concierto Teatro de la Maestranza

Fran Piñero

Pastora Soler actuó este martes 22 en Sevilla . Lo que habitualmente habría sido una frase poco atractiva para iniciar una crónica, ahora es en sí mismo la noticia. Y de lo más positiva.

La música logró «escapar» del coronavirus gracias a una relajación de las medidas sanitarias que, casi en el último momento, permitieron la celebración de esta cita de por sí desdoblada en el Teatro de la Maestranza de la capital.

Con un aforo al 50% , una notable separación de espacios (dos butacas libres por cada dos ocupadas, tanto en los laterales como en las filas previas y posteriores), toma de temperatura, protocolo de acceso y salida y presencia constante de puntos de higienización de manos , los seguidores de la cantante vivieron su particular «noche de la Lotería», con una Pastora totalmente cercana y entregada que reconoció «sentirse en casa, con los suyos, más que nunca».

Casi dos horas vibrantes, en las que repasó prácticamente toda su discografía, con especial atención a su último disco «Sentir» del que desgranó sencillos como «Aunque me cueste la vida» , «Mi luz» o «La soledad» y del que espera seguir ofreciendo más conciertos a partir de mayo, cuando se prevé que se retome la gira de manera estable y definitiva tras la primera toma de contacto en el Teatro Romano de Mérida, el pasado mes de agosto.

La cita de anoche fue el broche «positivo» a un año en el que lo único bueno para la artista fue el nacimiento de su hija Vega. Así lo quiso compartir. No hay que olvidar que a comienzos de octubre fallecía José Francisco , su padre y uno de sus principales apoyos.

Entre lágrimas

A él dedicaba en cada concierto la emotiva «La mala costumbre» . Ayer se repitió el homenaje, ya póstumo, pero en forma de voz quebrada pues Pastora no fue capaz de rematar la melodía completa del tema de José Abraham, pero que el público coreó con fuerza, como un abrazo en tal delicado momento sobre las tablas. «No la quitaré nunca de mi repertorio, será siempre mi recuerdo hacia él», explicó visiblemente emocionada.

Fue el único momento de flaqueza, pues el resto del recital fue toda una lección de manejo vocal, potencia, tesitura y matices. Pero sobre todo, sorprendió una vez más la pasmosa facilidad con la que Soler es capaz de ejecutar una exigente balada clásica (como la eurovisiva «Quédate conmigo» ); los temas a piano y voz ( «Qué pequeña que soy yo» ); la copla ( «Ojos verdes» ) o los temas rítmicos ( «Guerra fría» ).

Mención aparte para el tramo más flamenco de su repertorio donde versionó con todo el quejido y la fuerza «Piensa en mí» , emblema de Luz Casal; «Que no daría yo» y «Se nos rompió el amor» , de Rocío Jurado y las dedicatorias musicales para sus dos hijas: «Estrella» y «Al fondo a la izquierda» .

Pero lo más comentado entre el público fue, sin duda, el guiño al programa «Mask singer», en el que la coriana participó como la máscara del Pavo Real . En el escenario del Maestranza recuperó su interpretación catódica de la enérgica «The best» , de Tina Turner, para delicia del respetable.

Esta noche hay otra oportunidad de disfrutarla para todos aquellos asistentes que la organización reubicó en una segunda fecha como garantía de las restricciones frente al Covid. Si se vive al menos la mitad de la magia que se creó ayer en el Maestranza, ya les habría merecido la pena. Pero Pastora lo dejó claro, va a entregarse «más que nunca» .

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