SEFF
Paolo Taviani: «La originaliad es un mito»
El cineasta recibió el viernes el Giraldillo de Honor por la filmografía que ha firmado junto a su hermano Vittorio
No es la primera vez que Paolo Taviani viene al Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) . Lo inauguró en 2007 con «El destino de Nunik» , que algunos recordarán porque la protagonizó la sevillana Paz Vega .
Diez años después, el cineasta italiano regresó a Sevilla para recibir el Giraldillo de Honor del certamen, del que se ha hecho merecedor por una filmografía firmada junto a su hermano Vittorio —que no pudo asistir—, en la que se cuentan títulos como «Padre padrone» (1977), «Good Morning Babilonia» (1987) y «César debe morir» (2012), Oso de Oro en la Berlinale , entre otras, que los han convertido en unos mitos vivientes del cine italiano.
El galardón lo recibió el viernes por la noche Paolo Taviani durante una gala en el Teatro Lope de Vega , donde se proyectó, en lo que fue su estreno en España, «Una questione privata» , su nueva película y la primera que ha dirigido en solitario, aunque su hermano ha colaborado en el guión.
El film está basado en una novela de Beppe Fenoglio , un autor «casi desconocido» en Italia, pero que el realizador no duda en calificar como uno de los «grandes» del siglo XX en Europa. Fenoglio es conocido, añadió, como el «escritor de la resistencia» y la película, de hecho, transcurre en los montes italianos durante la II Guerra Mundial , en plenos combates entre partisanos y fascistas.
Sin embargo, «Une questione privata» no es una película bélica. «Sobre todo, es una historia de amor , de la locura del amor, ya que por culpa del amor que siente hacia una muchacha, el protagonista se olvida de la resistencia por esta mujer que lo ha traicionado con su mejor amigo».
Es decir, un triángulo amoroso, algo tan antiguo como las tragedias griegas y también «muy visto en el cine, que ha dado para películas horrorosas y obras maestras. La originalidad es un mito , no se inventa nada, se trata de hacer las cosas de modo distinta».
Ese modo de hacer las cosas distintas en su caso viene del cine italiano de posguerra, en general, y de Roberto Rossellini en particular, «le debo hacer cine», explicó el director que dijo formar parte de una generación en la que citó a Bernardo Bertolucci, Ettore Scola, Marco Belloccquio ... Maestros del cine italiano, pese a que el calificativo no gusta nada a Taviani para referirse a sí mismo. «Maestros nunca. Siempre he odiado la escuela».
Preguntado por si hay alguna diferencia a la hora de hacer cine respecto a cuando empezaron, el realizador de 86 años ironizó asegurando que «me estoy entrenando para seguir a Manoel Oliveira », dijo en referencia al director portugués que estuvo dirigiendo hasta más allá de los cien años.
«Me gusta mi trabajo, me gusta dirigir y lo haré hasta que el cuerpo aguante. El plató es mi ambiente natural», explicó Paolo Taviani. «Cuando uno es viejo tiene que demostrarse a sí mismo que está vivo y que logra comprender es fragmento de la realidad que tiene delante». Además, recordó que Verdi escribió «Falstaff» con 85 años y descubrió «un nuevo modo de hacer música».