Comedia

La «nueva normalidad» de los cómicos sevillanos

El humor y reírse, de momento, está permitido. Sin embargo, ha cambiado la forma de llevarlo a cabo

Ismael Lesmes y la Kiskillosa ABC

Javier Marín

Los humoristas sevillanos han vuelto a la denominada «nueva normalidad» tras estar, como toda España, meses confinados y desarrollando su trabajo a través de las redes sociales , donde han volcado gratis sus ratos de humor y han podido también sobrevivir. Tras la desescalada, han vuelto a los escenarios , donde han vuelto a encontrar la complicidad del público , que ha llenado una salas con restricciones de aforo, pero del que no pueden disfrutar d su sonrisa, al tener que llevar la preceptiva mascarilla. ¿Cómo están llevando la «nueva normalidad»?

Para ver cómo se han tenido que reinventar los cómicos sevillanos en esta situación e intentar profundizar en la manera de resurgir de este colectivo hablamos con tres humoristas de la capital andaluza: J uan Amodeo, José Luis Calero y la dupla Ismael Lemais y la Kiskillosa (Isabel).

En marzo comenzó todo. El principio del año siempre trae consigo nuevos objetivos y ambiciosos planes. Nadie esperaba que fuese a ocurrir una pandemia mundial que cancelara todos los proyectos planteados y fijados a comienzos del 2020.

«Pues tío fue un poco putada porque yo acabé la gira de ‘La Máquina del Tiempo’ el 30 de noviembre y decidí empezar con la gira de mi nuevo show el 7 de febrero. Entonces, mi gira iba a coger todo el año restante, pero cuando llevaba cuatro fechas del espectáculo pasó todo lo que pasó. Una incertidumbre tremenda , no se sabía qué iba a ocurrir en las próximas semanas, se comienzan a devolver las entradas que se habían vendido, que estábamos con el cartel de no hay billetes. Una auténtica locura. Cuando se decretó el estado de alarma, el 14 de marzo, tenía que actuar en Logroño y yo estaba con los billetes comprados para irme para allá, y nadie me había dicho nada de no actuar ni nada por el estilo», comienza hablando Juan Amodeo .

El principio del confinamiento marcó el comienzo de la ansiedad por saber cómo sobrevivir en los próximos meses. Todo el mundo debía quedarse en casa y no se podían hacer espectáculos. «El problema es ese, tú tienes que vivir. Y realmente los ingresos llegan desde el teatro. Es cierto, que llega una cantidad económica a través de las redes sociales que te permite sobrevivir , recalco, sobrevivir. Ya depende de cada perfil, pero en mi caso, no me permite una mariscada todos los domingos. Las redes sociales te dan público y audiencia , pero hablando en plata, y nunca mejor dicho, no me da dinero», resalta José Luis Calero a la hora de hablar sobre cómo vivió él los meses de confinamiento.

José Luis Calero sobrevivió en el confinamiento en redes sociales ABC

En cambio, Isabel, conocida como la Kiskillosa , habla sobre el incremento de trabajo . «Durante la época del confinamiento hemos estado muy activos en redes sociales, algunos días se subían hasta dos vídeos. Además, cuando hemos vuelto a actuar este verano, todo ese esfuerzo que hicimos por ellos en el confinamiento nos lo están devolviendo por dos. La gente se está portando muy bien con nosotros», explica esta cómica.

Respecto de ese momento, Ismael Lemais —pareja cómica de la Kiskillosa— señala un elemento muy importante: ser cómico no es un trabajo normal y corriente. El cómico necesita del público y las risas, en la misma medida que el público necesita reírse.

«Sí que es verdad que afecta psicológicamente, porque esto no es un trabajo que vas por dinero y después te vuelves a tu casa. Para empezar, tienes que estar bien contigo mismo y, después, tiene una parte muy bonita que es la de ir a los espectáculos y encontrarte a la gente que te sigue y le haces reír. Si eso te lo cortan…», señala este humorista.

Necesitar hacer reír

Casi sin poder contenerse, y encantado de que se haya abierto este melón en la conversación, añade Amodeo: «En mi caso, me he dado cuenta de lo importante que es para mí actuar , siempre ha sido mi sueño, pero moralmente me he sentido bajo de moral porque no estaba haciendo lo que me gusta. Le he encontrado un sentido a mi trabajo, porque era un sueño desde siempre y ahora sé que es una necesidad. Lo más duro fueron algunos momentos, cuando te vienes abajo totalmente. Ya mirando un poco en el plano individual, siempre pensaba: es que quiero hacer reír a la gente, porque como persona también lo necesito».

Juan Amodeo tuvo que interrumpir su gira cuando llegó el confinamiento ABC

Aunque como dicen en los salones antiguos, y en alguna que otra mesa camilla, después de la tormenta llega la calma. Una calma diferente, rara y a veces a medio gas, pero calma, al fin y al cabo. «Sí actué en agosto, en Badajoz, al aire libre, en un espacio abierto, grande y cumpliendo con todas las medidas de seguridad », empieza Calero relatando la vuelta a los escenarios.

«Una cosa que sí me pareció graciosa y extraña es que en el patio de butacas, bueno era un ruedo... pero a lo que vamos: tú estabas acostumbrado a verle la cara a la gente, su risa, y ahora con las mascarillas parecían nazarenos de Semana Santa . Tú escuchabas las carcajadas, pero no veías nada. No hubo ningún problema de seguridad y se notaba que la gente necesitaba ese ratito de r isas y de humor. Eso sí, quiero decir: la cultura es segura», acaba José Luis Calero rememorando el «bolo» con alegría en los ojos.

La cultura se ha movilizado

No todo ha sido malo en este tiempo de confinamiento. Ha sido un momento para parar y pensar como dice la Kiskillosa. «La cuarentena me enseñó que el trabajo no es tan importante como pensamos. A mí me encanta trabajar y me ha dado coraje quedarme sin poder hacerlo, pero no es lo más importante. Cada persona es un mundo y el trabajo es fundamental para conseguir dinero y poder sostener a tu familia. Sin embargo, este tiempo de confinamiento me ha enseñado a darle la importancia que merece y que priman otras cosas en la vida, como la salud ».

Lo más positivo de esta etapa para Juan Amodeo ha sido cómo un sector entero como la cultura se ha unido para ofrecer a la gente su trabajo de una forma desinteresada. «El mayor movimiento que se hizo por la cultura fue durante el confinamiento cuando la mayoría de artistas dieron su arte de forma gratuita y desinteresada para entretener a la gente. Y la gente está recompensando a todos esos artistas que ayudaron en los momentos más difíciles».

A punto de acabar la conversación y riéndose interviene José Luis Calero, para hablar sobre algo malo que le ha ocurrido en los meses más duros. «Mira, te voy a comentar una cosa graciosa que me pasó en el confinamiento. Yo en el amor nunca he triunfado, vamos a ser claros, pero durante la cuarentena , se alinearon los astros y una maravilla. Comenzó lo más bonito de mi vida, justo antes de todo esto, a principios de febrero y la historia parecía de Disney, te lo juro. Todo el día con videollamadas, hablando constantemente, viendo películas. Y cuando acabó la cuarentena, la película de Disney se quedó en una película de terror, pero que me quiten lo bailao ».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación