Una narración hecha en común

Alaitz Arenzana y Maria Ibarretxe son dos creadoras que forman parte del colectivo Ruemaniak, centrado en la investigación de la danza y las artes escénicas. En este Mes de Danza han presentado junto a Natxo Montero y Myriam Petralanda, la pieza titulada "Lur away". Y lo han hecho en un espacio singular, el Antiquarium, donde en la sala múltiple instalaron su original propuesta. La sala, en lugar de sillas al uso, estaba preparada como para una celebración con diez enormes mesas redondas con un centro de mesa de flores en el centro. En medio, un gran espacio a modo de "pista de baile" de una boda.

Con esta primera imagen lo que iba a venir después podría ser sorprendente... y lo fue. "Lur away" es una obra muy fresca, divertida, que propone nada menos que técnicas que nos permitirían desenvolvernos en la vida en situaciones tan aleatorias como un huracán o un atragantamiento. Pero no es una pieza superficial, sino todo lo contrario.

Y para su desarrollo nos proponen una serie de técnicas y requieren la colaboración del espectador que, constamente, sale al escenario para formar parte de esta danza-performance. Como dicen los textos de la obra, "si no estamos preparados para enfrentarnos con lo peor, tendremos pocas posibilidades de sobrevivir".

La obra es sin duda una pieza que gira en torno al arte de acción, la creación escénica y coreográfica y en la búsqueda de nuevos y nada convencionales espacios. Hay un excelente trabajo musical en directo, con teclados y una batería. Con esos dos simples elementos se compone una banda sonora de enorme calidad en la que el espectador-colaborador se sumerge constamente y que ora se pone una bolsa en la cabeza y discurre agarrado a una cuerda, ora se mete debajo de las mesas (para que no se los lleve un huracán) o incluso baila cuando se le propone abrazar al vecino y salir a escena.

"Lur away" es una pieza que consigue una complicidad poco habitual con esa cuarta pared inexistente. Y eso es muy refrescante.