Cine

Nadav Lapid: «La censura más fuerte que existe en Israel es la interior»

El director presenta en el Festival de Sevilla su última película, ‘Ahed’s Knee’, que ha sido galardonada con el Premio del Jurado en Cannes

El director israelí Nadav Lapid, que presenta en la Sección Oficial ‘Ahed’s Knee’ Vanessa Gómez

Andrés González-Barba

Nadav Lapid es ya un gran conocido en el Festival de Sevilla , del que ABC es digital partner , pues ya ganó el Giraldillo de Plata por ‘La profesora de parvulario’. Unos años después, acaba de presentar su última película, ‘Ahed’s Knee’ , que es una de las producciones que aspiran a ganar el Giraldillo de Oro dentro de la Sección Oficial.

Se trata de un drama con un fuerte carácter político. En su trama se narra la historia de un director israelí que se encuentra entre dos batallas destinadas al fracaso: una contra la muerte de la libertad, otra contra la muerte de una madre.

Comenta el realizador israelí que estaba en la fase de montaje de su película ‘Sinónimos’ -del montaje se encargaba su madre- «cuando me llamó una funcionaria del Ministerio de Cultura que me dijo que querían que participara en un debate tras la proyección de mi film ‘En el desierto’. Ella me trató en la conversación de una forma muy amable, pero, llegado un momento, me dijo que tenía que rellenar un impreso en el que tenía que adelantar los temas que iba a tratar y que luego no podía hablar sobre nada que no hubiera indicado en el impreso». Según Lapid, «aquello me pareció el momento de más tensión de censura en Israel. Mi madre tenía por entonces un cáncer terminal. Yo le dije a la funcionaria que ese era un impreso de censura y esta me dio la razón, pero me dijo que tenía que firmar ese documento».

Todas esas experiencias fueron plasmadas posteriormente en ‘Ahed’s Knee’. Al contrario de lo que hace el protagonista de la película, el director israelí sí acabó firmando el impreso. « Un mes después falleció mi madre y entonces escribí el guion en tres semanas como si estuviera poseído por la película . Cinco meses después estaba rodando».

Respecto a esa fuerte censura que se vive en su país, el realizador de ‘Policía en Israel’ asegura que «vivo en una sociedad enferma en la que tienes que estar en resistencia y ves a tu alrededor dragones y monstruos y tú también te conviertes en un monstruo . La frase más inocente se convierte en declaración de guerra. Te muestras hostil ante todo y te distancias del ser humano que tienes dentro».

Héroe y luego traidor

‘Ahed’s Knee’ se estrenó en Israel después de que hubiera ganado el Premio del Jurado en Cannes . «Ha sido fascinante lo que ha pasado en mi país, ya que cualquier éxito se convierte en la verdad y la correción de la ideología del Estado. La película ganó el premio más importante de Cannes y eso se vio como un orgullo nacional. Sin embargo, después de que la gente oyera las declaraciones que estoy haciendo en las entrevistas tras estrenar el film, dejé de ser un héroe y me convertí en un traidor . Los políticos aprovecharon la oportunidad para atacarme. No tengo miedo de Israel aunque recibí algunas llamadas amenazantes».

De hecho, tras su estreno en el Estado judío, Lapid dice que « mi teléfono se llenó de miles de mensajes y la película se convirtió en un fenómeno en Israel . La película fue importante para algunas personas porque le contaba lo que ya sabían».

Afirma también este realizador que durante años «el cine israelí tenía libertad». «Fue un proceso lento. Luego los políticos descubrieron el cine, y si gobernaban el Estado, ¿por qué no iban también a gobernar en el cine? La censura y la opresión política existe en mi país. Y a diferencia de Rusia o Turquía, lo bueno de Israel es que no tienes que meter a los directores en la cárcel o colocar tanques en las puertas de los cines para que la gente sepa lo que tiene o no que decir. La censura más fuerte que existe en Israel es la interior . No hay dicotomía entre el Gobierno, el Ejército y los artistas. Todos nadan en la misma sopa».

Respecto a la importancia de los elementos formales dentro de su filmografía, Nadav Lapid afirma que «esta película no tiene ninguna distancia y refleja mi situación mental. Todo en ella era una tormenta. Intentaba expresar audiovisualmente las frases. Sólo podía poner en una cámara sobre una pantalla lo que yo sentía». Asimismo, subraya que «el film está llenó de movimientos complejos, pero yo no había tomado ninguna decisión conscientemente. Sentí que la única verdad de esta película es la verdad subjetiva . Quería ir siempre hacia la esencia más alta de cada momento, a lo opuesto de lo correcto. Nada en esta historia es neutro u objetivo, por eso tuve que forzar a la cámara para que dejara de ser neutra. La cámara ha sido una actriz más . Por eso al inicio de la película aparece una escena de lluvia y yo quería que la cámara se mojara, como lo hubiera hecho una persona».

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