La música andaluza y árabe se unen en la Fundación Tres Culturas

El nuevo proyecto del oudista marroquí residente en Berlín, Alaa Zouiten, se llama «Aficionado» . Una palabra que en otros derroteros podría tener connotaciones negativas, en el flamenco, por el contrario, parece más una virtud. Una etiqueta que añade humildad para rebajar expectativas y raseros a la hora medir, una declaración de intenciones al asomarse a un género musical diferente al propio . Sin miedo, pero con distancia. Él ya se ha sumergido con anterioridad al folclore de otras zonas, el jazz y el rock.

Según reza la sinopsis de este segundo y último espectáculo que en el marco de la Bienal se celebrará en la sede de la Fundación Tres Culturas, en la Cartuja, después de que Berk Gürman presentara sus credenciales sin demasiado acierto, Zouiten «retoma los lazos culturales siempre omnipresentes entre la gran tradición del flamenco y la música árabe andaluza . Un fandango envuelto en un aire cantado del arte ancestral de la Nouba, unos tangos tocados con un espíritu rítmico del norte de África o un samai árabe interpretado en la soleá por bulería, tal es el propósito de `Aficionado´: mezclar las dos culturas musicales para solo hacer una».

Para cumplir este objetivo, le acompañarán la cantante Mona Boutchebak, el guitarrista Naoufal Montassere, el violinista Roland Satterwhite y Didier Del Águila al bajo y las percusiones. Un cartel, por tanto, que no parece flamenco, ni siquiera algo cercano a lo jondo, pero que tratará de aproximarse con otros mimbres, en lo puramente armónico, a la expresión del Sur .