Crónica

«Music Has No Limits» revoluciona el Cartuja Center a golpe de hit

El público sevillano disfrutó este viernes de un espectáculo que venía de triunfar en ciudades como Miami, Nueva York o Roma

Music Has No Limit hizo vibrar anoche al público hispalense F.R.M.

Fernando Rodríguez Murube

Asistir a uno de los espectáculos de Music Has No Limits supone olvidarse de todos los problemas que nos invaden en el día a día. Esta amnesia temporal y terapéutica se consigue gracias a un estadillo de luz, color y música . Muchísima música y de la buena.

De hecho, el repertorio que presentaron anoche en el Cartuja Center Cite es, cuanto menos, difícil de igualar por la memoria colectiva —lo mismo cabe decir de la puesta en escena—. Un montaje que invita al espectador a emprender un viaje por los grandes éxitos de la historia de la música en el que tienen cabida la ópera, el rock, el pop, el heavy, la salsa, el jazz, o el house; sonidos y melodías que en muchos casos remiten al pasado, pero sin excesivas concesiones a la nostalgia, dado el elegante barniz electrónico y moderno imperante durante todo el show.

Entre el público se podían advertir varias generaciones, desde la pequeña Carmen, de apenas 5 añitos, que acudía obnubilada a su primer concierto —y que a buen seguro no será el último, dado cómo lo pasó anoche—, hasta Andrés, que a sus 70 años quería reverdecer viejas sensaciones musicales gracias a esta atractiva propuesta que rescata temas como el «Satisfaction» de los Rolling Stones , «Englishman en New York» de Sting o el «Bohemian Rhapsody» de Queen.

La mezcla inesperada de géneros en armónico contraste hizo que se pasase con una envidiable sutileza, por ejemplo, del «Freed from desire» de Gala al «Highway to hell» de AC/DC ; del «Zombie» de The Cranberries a Lady Gaga con su «Bad Romance»; o de Alicia Keys con su «New York» al «Halo» de Beyonce con una envidiable sutileza y siempre bajo un claro y elegante barniz electrónico.

En este constante ir y venir de géneros que dominó la primera hora de concierto brilló especialmente una performance en clave de cine, con bellísimas versiones de «Requiem for a dream» (El señor de los anillos) y «Now we are free» (Gladiator) .

Tras un descanso de 20 minutos el elenco de artistas volvió a introducir al público en el carrusel de sensaciones con una elegante fusión de flamenco y ópera (una de las novedades de este año respecto a conciertos anteriores en la capital hispalense).

A partir de ahí y hasta el final, un ejemplo académico de cómo la música se transforma en energía térmica, luminosa, sonora y de movimiento. Una Dj tomó el mando de las operaciones y, acompañada por la decena de artistas que compuso la formación de anoche (violín, chelo, piano, batería, guitarra, bajo, saxofón, y tres voces de muy alto nivel) , convirtió el Cartuja Center Cite en una suerte de cañera sesión de las ibicencas Pachá o Amnesia . Un tramo final apoteósico que desató al público gracias a interpretaciones de temas de David Guetta o The Prodigy .

Fue el punto y final a un espectáculo que supuso otra muesca más en forma de triunfo en el revolver de esta exitosa propuesta que viene de llenar, por ejemplo, en el Lincoln Center de Nueva York.

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