CRÓNICA
Marc Anthony caldea Sevilla con una fiesta boricua de altos vuelos
25.000 personas disfrutaron de lo lindo en el Estadio de la Cartuja con los ritmos caribeños del 'Rey de la Salsa'
Con unas temperaturas inusualmente frescas para una noche de verano sevillano, la estrella internacional Marc Anthony y el superlativo elenco de músicos que le acompañó ayer en su concierto en el Estadio de la Cartuja se encargaron de caldear el ambiente a base sonidos tropicales, principalmente salsa.
Las más de 25.000 personas que anoche asistieron al show del puertorriqueño (nacido en Nueva York) pudieron disfrutar de un repertorio lleno de multicolores sutilezas rítmicas, que ejercieron en su concepción como embajadores de algo tan importante como es una cultura, la boricua , y, sin embargo, en ningún momento dejó de reflejar elementos que surgen del suelo común como la arena o el mar y sentimientos universales como el amor y el desamor.
Siendo fiel a su credo primitivo, Marc Anthony propuso un repertorio que pivotó en torno a la salsa en sus múltiples variantes, relegando a un segundo plano su exitosa veta pop. Así, desde la inaugural 'Valió la pena' , uno de los múltiples éxitos mundiales del artista, se pudo contrastar una relación directísima entre el sonido y el origen de la casi veintena de excelsos músicos que copaban el escenario, quedando patente hasta el final que el Mar Caribe oleaba por sus venas. Un verdadero espectáculo disfrutar de los elementos de percusión, de la sección de viento, haciendo gala de un sentido del ritmo realmente apabullante.
Mientras, en las gradas el colorido era todo un espectáculo: banderas de países latinoamericanos como Brasil, Argentina , Uruguay, Venezuela, Colombia, Paraguay o Ecuador ondeaban con fervor entre el animoso público.
Marc Anthony tuvo en la irregularidad de su voz su único debe, aliviándose en no pocas ocasiones y usando el recurrente comodín del público para dosificarse. No obstante, tuvo numerosos episodios de enorme lucidez en los que soltó el freno de su garganta e hizo honor a su admirable habilidad a la hora de atraer la atención hacia el peso emocional de una simple nota, con esa carismática forma de interpretar tan personal que le caracteriza. Atractivo, sonriente, bailes seductores, un dandy en toda regla.
Geniales versiones de Perales y Juan Gabriel
Además de dejar sobradas muestras de sus enormes cualidades para la salsa, el artista destacó con las versiones que facturó de dos temas icónicos, uno por cada lado del charco: 'Y cómo es él' , de José Luis Perales, y 'Abrázame muy fuerte' , del icono mexicano Juan Gabriel, fallecido hace seis años. Emocionantísimas y brillantes ambas interpretaciones vocales, que fueron recompensadas con sendas ovaciones.
Permítanme insistir en el calibre del brutal equipo que constituyen la formación musical y la poderosa garganta de Marc Anthony: ora elegante y sofisticado como el curvado cuello de un cisne, ora desatado y pasional hasta provocar que los miles de personas que abarrotaban la pista, las gradas e, incluso, los pasillos interiores de acceso, bailaran como si no hubiera un mañana. Lástima que la pésima acústica del mastodóntico recinto hispalense no permitiera sacar todo el lustre que merecía tamaña exhibición vocal e instrumental.
Aunque no sea un instrumento propiamente de la salsa, es de justicia reconocer el virtuosismo de Mario Guizo con su guitarra eléctrica, especialmente en el epílogo de 'Hasta ayer' , marcándose un soberbio solo, denso, intenso y extenso que por momentos trajo a la memoria al mejor Carlos Santana , el legendario guitarrista mexicano. Pura dinamita en los dedos.
'El rey de la Salsa' , como lo bautizó hace más de dos décadas el prestigioso New York Times (por algo es el artista de este género que más discos ha vendido en el planeta, 30 millones de copias), se despidió por todo lo alto del numeroso público que previamente había agotado las entradas gracias a 'Vivir mi vida' , todo un canto al carpe diem que puso bocabajo el estadio: «Voy a vivir el momento para entender el destino, voy a escuchar en silencio para encontrar el camino, voy a reír, voy a bailar, voy a gozar, vivir mi vida, la la la la…».
Tras la fiesta boricua de anoche, que d uró una hora y cuarenta minutos , el ritmo, como si del propio artista puertorriqueño se tratase, no cesa para una ciudad de Sevilla que sigue acogiendo conciertos sin solución de continuidad en el año más musical que se recuerda por estos lares. A las citas multitudinarias registradas durante el pasado mes de mayo y junio (Festival Interestelar, Fito & Fitipaldis, Red Hot Chili Pepper, Guns N’ Roses, Manuel Carrasco y Alejandro Sanz, hay que sumar el de esta noche de Pastora Soler en el Auditorio Rocío Jurado, el domingo será el turno del colombiano Sebastián Yatra en el mismo recinto que la artista de Coria del Río, mientras que el 9 de julio tendrá lugar en el Estadio de la Cartuja una de las citas más esperadas y multitudinarias del año, el concierto de la estrella internacional Rosalía .
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