Juan Cordero Ruiz: una vida dedicada al arte resumida en 17 cuadros
La Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría acoge la inauguración de la exposición que rinde homenaje al pintor sevillano
La sala de exposiciones temporales «José Villegas» de la Casa de los Pinelo, sede de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría , acogió ayer la inauguración de la exposición «Juan Cordero Ruiz, una vida dedicada al arte» , muestra patrocinada por el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) en la que se presentan obras realizadas durante los años 1950 y 2007.
Se trata de una exposición «que recoge, como si fuera un relicario, todo lo que en su vida ha pintado y le ha inspirado, donde se ven las diferentes épocas con sus diferentes colores y temas. Retratos, bodegones, paísajes, costumbrismo, y sus fantásticos autorretratos y toda una exposición llena de colorido y de arte», dijo la presidenta de la Academia y marquesa de Méritos, Isabel de León , quien destacó también «que no solamente es un gran artista, ya que aquí están sus alumnos, académicos, familia y todos los que le queremos, sino que se trata de una gran persona», añadió.
De su extensa obra destacó la variedad temática, técnica y su capacidad de trabajo. «Esta exposición es un acto de justicia para una persona que ha estado en la academia muchos años para servirla y quererla», concluyó.
Casi treinta años después
Para el comisario de la muestra, su hijo Juan Carlos Cordero , «A través de esta selección hemos buscado algo que fuese representativo de cada época. Ni está todo, ni lo mejor, pero sí que fuese algo representativo, ya que es la primera exposición que se realiza de su obra pictórica después de casi treinta años», labor de selección que ha realizado junto al pintor Manuel Sánchez Arcenegui .
Artista de pintura figurativa, «no copista, ya que no trata de representar la realidad como una fotógrafía. En todos sus cuadros trata de ir un poco más allá del objeto que representa. Es figurativa con cierta carta de psicología del personaje o del espacio». « Nunca ha vendido un cuadro porque nunca entró en los circuitos mercantiles del arte . Siempre estuvo alejado de las galerías. Toda su obra pertenece a colecciones particulares o son donaciones. Todo lo que ha pintado ha sido lo que ha querido, lo que ha deseado, no ha necesitado tener encargos ni depender de clientes, lo que le ha dado gran libertad a la hora de pintar».
Cordero nació en Lebrija y estudió Bellas Artes en Sevilla. Su primer empleo fue como profesor de dibujo en el Instituto Laboral de aquella localidad, desde donde dio el salto a la Universidad Laboral de Córdoba y regresó a Sevilla para ejercer de profesor en la Universidad Laboral.
Compaginó entonces dicho trabajo con el de las clases en la Facultad de Ciencias, la Escuela Superior de Arquitectura Sevilla, el Colegio Claret y la Escuela de Bellas Artes, de la que llegó a ser catedrático, cátedra que obtuvo en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y que trasladó a Sevilla.
Fue director de la Escuela sevillana, que después pasaría a ser Facultad, de la que llegaría a ser decano y de la que fue profesor emérito hasta casi los 70 años. Ahora, a los 91, ejerce de académico tras colgar los pinceles hace unos 15 años. «Trabajó el realismo y la relatividad que al final de sus años le da a las cosas y la capacidad y sensatez de decidir dejar de pintar», afirmaba el comisario de la muestra.
Artista racional
En total se exponen 17 obras, una de ellas, «Francisco Herrera el Mozo» , fue donada a la academia por su ingreso y por ello pertenece a los fondos de la institución. Se trata de uno de los artistas más racionales, en tanto que su materia docente era la perspectiva, como se refleja en «¿Qué es verdad?» , una obra casi matemática que muestra la escena de Jesús ante Pilatos. «Pensando en Ucello apasionadamente», ofrece un homenaje al pintor de batallas medievales. También se muestran fantasías de su última época en 2007, muy relacionadas con temas de gran simbolismo religioso en los que se muestra a Jesucristo ( «Torre de Babel» , «Homenaje a Murillo» o «Sagrada Cena» ) e incluye autorretratos del autor, como el que preside la sala que representa un triple autorretrato, colección que se completa con los retratos de Felicidad Cordero o José Cortines Pacheco , con el que tuvo gran amistad.
También dedica un espacio a la pintura casi costumbrista de Sevilla , Lebrija o Córdoba , caracterizadas por técnicas y movimientos variados.
La exposición podrá visitarse hasta el 6 de noviembre de lunes a viernes, en horario de 10.30 a 13.30 horas en la sede de la academia en la calle Abades.
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