Flamenco
José Valencia aúna las «Rimas» de Bécquer y el flamenco en su nuevo disco
«La alta torre» se ha presentado dentro de las actividades de la Universidad de Sevilla que recuerdan el 150 aniversario de la muerte del poeta
El Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla acogió ayer la presentación del álbum en el que concluye el proyecto que José Valencia presentó en la pasada Bienal de Flamenco en el teatro Lope de Vega. El disco «La alta torre», cuya producción se enmarca dentro de las actividades que se han desarrollado desde la universidad por el 150 aniversario de la muerte de Gustavo Adolfo Bécquer, nació en un primer momento como un espectáculo en el que interpretar las «Rimas» a través de diferentes estilos del cante. Finalmente, ha desembocado en un trabajo discográfico. «La reflexión que hemos de hacer es que este poeta está vivo y tiene presencia en la cultura contemporánea. En la poesía, en la pintura, en la música y en las artes en general. Esta es otra de las muchas iniciativas que lo demuestran», señaló Luis Méndez, director del Cicus.
José Valencia ha permanecido durante mucho tiempo vinculado al cante para el baile, dentro de las compañías más destacadas, como la de Eva Yerbabuena y Andrés Marín. Desde hace unos años ya, ejerce su labor en solitario, donde ha conseguido varios premios Giraldillo, entre otras distinciones. Este es el tercer álbum que graba este cantaor, tras «Solo flamenco» y «Directo». Lo acompaña, a la guitarra, el malagueño Juan Requena ; a la percusión, Manu Masaedo; a las palmas, Manuel Cantarote, Manuel Valencia y Juan Diego Valencia; y, a los vientos, Diego Villegas.
La adaptación literaria, así como la idea original, parten del periodista y escritor Francisco Robles , quien estuvo presente en el acto y para quien el artista de Lebrija dedicó unas palabras de agradecimiento: «Todo esto comenzó hace dos años y hemos ido haciéndolo poco a poco, sin prisa. Mi querido Paco y yo nos encerramos a estudiar la obra verso a verso, palabra a palabra, investigando cómo tenía más sentido abordarla, escogiendo las estrofas y los palos donde mejor encajaban».
Cantar a Bécquer
El poeta de San Lorenzo, al que apenas se le ha cantado desde el arte jondo, a diferencia de Federico García Lorca o Miguel Hernández, «asimiló perfectamente la época gloriosa para la música que le tocó vivir. Si no firmase él estas letras, muchos creerían que forman parte de la mejor poesía popular que se ha cantado siempre, porque se le asemeja. Y es que las formas de Bécquer cuadran muy bien con el flamenco. Los temas, las estructuras, el ritmo...» , afirmó. Enrique Morente, en «El pequeño reloj», registró unas bulerías con sus escritos, pero hasta la fecha no se ha hecho nada de la extensión ni de la dimensión de esa novedosa incursión que se desvela a través de seguirillas, malagueñas, tarantas, fandangos, soleares, tangos, alegrías, granaínas y la serrana. Las piezas aparecen intercaladas con esporádicos recitados.
Como anticipo de «La alta torre», que ya está disponible tanto en su formato físico como en las principales plataformas digitales, Valencia interpretó la conocida rima LIII, «Volverán las oscuras golondrinas », a compás de tangos, y la XII, por fandangos por soleá: «Yo río en el enebro / susurro en la alta hierba, / suspiro en la onda pura / y lloro en la hoja seca». Antes de iniciar el breve recital, señaló: «Estamos ante uno de los autores más leídos del pasado siglo, pero siempre te ofrece algo nuevo. No ha sido fácil adentrarse en su terreno; la aportación de Robles ha sido esencial. Ahora quiero compartir los resultados con todos y seguir avanzando por este camino».
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