Clásica

Javier Perianes: «Gustavo Dudamel tiene un carisma y un talento extraordinarios para dirigir orquestas»

El músico onubense vuelve este viernes al Teatro de la Maestranza con un recital de piano solo en donde tocará obras de Chopin, Debussy y Falla

Javier Perianes mantiene una estrecha relación con el Teatro de la Maestranza y la Sinfónica de Sevilla Igor Studio

Andrés González-Barba

Javier Perianes (Nerva, 1978) regresa hoy al Teatro de la Maestranza con un recital para piano solo en el que interpretará obras de Chopin, Debussy y Falla. Será una oportunidad única para disfrutar de uno de nuestros intérpretes con mayor proyección internacional.

Una vez más regresa a uno de los escenarios talismán dentro de su carrera, el Teatro de la Maestranza.

Esta es la tercera ocasión en la que participo en el Ciclo de Piano del Maestranza. Recuerdo con mucho cariño mis dos actuaciones previas. La responsabilidad ante la música que uno interpreta siempre es la misma, ya sea en un recital en solitario o bien con orquesta o haciendo música de cámara.

El recital comienza con tres obras de plena madurez de Chopin.

Será una ocasión para explorar a Chopin desde dos vertientes, las obras de pequeño formato (nocturnos, mazurkas, valses, preludios, etc…) y su menos habitual incursión en el gran formato como es su tercera sonata. Es cierto que ya podemos hablar de un Chopin con un estilo maduro y pleno tanto en los nocturnos del opus 48 como especialmente en la última de sus sonatas para piano op. 58, en la que integra de manera magistral muchos de los recursos compositivos también utilizados en sus obras de menor formato.

Luego aborda las tres «Estampas» de Debussy, un compositor al que conoce bien y al que le dedicó un disco íntegro.

Las «Estampas» de Debussy fueron estrenadas curiosamente por el mismo pianista que estrenó las «Cuatro piezas españolas» de Manuel de Falla. Me pareció interesante vincular esos dos mundos sonoros tan cercanos como son el español y el francés. Las tres «Estampas» de Debussy son tres postales extraordinarias, tres formas de viajar con los sentidos, y en el caso de las dos primeras, a lugares que el propio Debussy nunca llegó a visitar. La primera de ellas, «Pagodas», escrita bajo la impresión causada por un grupo de música javanesa en la exposición universal de París; la segunda, un viaje por los perfumes y los ritmos de habanera en su imaginada Granada; y sobre la tercera, quizás una de las versiones más extendidas sea la estampa de un grupo de niños y el canto del mirlo en los Jardines de Luxemburgo una tarde lluviosa.

¿Qué destacaría de las «Cuatro piezas españolas de Falla», que ya interpretó en un disco, y de las tres danzas de «El sombrero de tres picos»?

Hablamos de dos momentos diferentes de Falla. De alguna manera las «Cuatro piezas españolas», dedicadas a Albéniz, son cuatro «estampas» paisajísticas sobre Aragón, Andalucía, Cuba y Asturias en las que la descripción y la asimilación de diferentes elementos del folclore y los ritmos de cada lugar tienen un protagonismo indudable. En el caso del «Sombrero», se trata de arreglos del propio compositor sobre estos tres números de la genial y famosa Suite orquestal. Falla en su vertiente quizás más racial y popular.

¿Qué significó para usted el «Concierto número 2» de Brahms que ofreció el año pasado en Sevilla?

Fue una experiencia muy especial reencontrarme con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Disfruté muchísimo compartiendo con el Maestro Axelrod y con los profesores de la orquesta uno de los conciertos más icónicos del repertorio para piano y orquesta.

Perianes hará el estreno absoluto de «La Ilum naixent» de Guinjoan en el Palau de la Música Igor Studio

En menos de un año ha tocado tres veces en Sevilla. ¿Va a continuar colaborando con el Maestranza ahora que se inicia una nueva etapa con Javier Menéndez como director general del teatro?

Ha sido una estupenda casualidad. A mi vuelta con la ROSS se sumó la feliz celebración de la Fundación Barenboim-Said y la Orquesta Joven de Andalucía, que se produjo en Navidad, lo que hizo posible participar en un acto tan especial y emotivo. Siempre es un placer volver a Sevilla. El teatro y la orquesta han formado parte de mi trayectoria desde mis comienzos y les guardo un cariño muy especial.

Hábleme del estreno que dentro de poco va a presentar en el Palau de la Música de Barcelona con la obra «La llum naixent» de Guinjoan.

Es la última obra que el maestro Guinjoan compuso. Es una lástima que se haya marchado sin tener la posibilidad de escucharla. Todo comenzó hace algunos años cuando asistió a un recital que ofrecí en el Palau de la Música Catalana. Al final del concierto me comentó la ilusión que le haría escribir y dedicarme una obra. Una vez terminada, me propusieron estrenarla en Barcelona, su casa, con motivo del recital del próximo 26 de marzo. Seguro que allá donde esté la escuchará. Estoy muy agradecido y honrado por ser la persona a la que se le ha dedicado una obra de un compositor y pianista tan extraordinario como fue Joan Guinjoan.

Gustavo Dudamel

De nuevo repite con Gustavo Dudamel y van a interpretar el «Concierto número 5 “Emperador”» de Beethoven. ¿Qué piensa de este director?

A Gustavo Dudamel lo conozco hace ya algunos años y su carisma y talento para la dirección de orquesta son extraordinarios. Hace algo más de un año trabajamos por primera juntos abriendo la temporada de conciertos de la orquesta de la que es titular, la Filarmónica de Los Ángeles, y disfrutamos muchísimo haciendo música juntos. En esta ocasión será con el «Concierto No. 5» de Beethoven y estoy seguro de que será otra experiencia inolvidable.

¿Puede adelantar algo sobre su próximo proyecto discográfico con Harmonia Mundi?

El próximo CD que saldrá al mercado estará dedicado a Ravel y se grabó el pasado año en la Philharmonie de París junto a la Orchestre de Paris y Josep Pons. Las obras que lo componen son el famoso «Concierto en Sol para piano y orquesta», así como las versiones tanto para piano como para orquesta de «Le Tombeau de Couperin» y la «Alborada del Gracioso», situando de alguna manera a Ravel en un espejo, por un lado el compositor que escribió originalmente para piano, y por otro el genial orquestador.

Su agenda vertiginosa sigue en mayo, donde recogerá en Lucerna el premio Artista del Año 2019 de los International Classical Music Awards (IMCA). ¿Qué significa este reconocimiento para usted?

Estoy muy agradecido al jurado de los International Classical Music Awards por esta distinción. Será muy emotivo volver a la KKL de Lucerna el próximo mes de mayo para la ceremonia de entrega de los galardones, en la que además será también distinguido un pianista al que admiro profundamente, Nelson Freire, con el «Premio a una trayectoria», lo que hará la gala, si cabe, aún más especial.

¿Podría recomendarme algún libro y una película?

Más que recomendar prefiero comentar lo último que he tenido la oportunidad de leer y que me ha parecido una narración absolutamente magistral y apasionante por parte de Alfredo Bryce Echenique en «La vida exagerada de Martín Romaña». En cuanto a películas, recuerdo haber disfrutado muchísimo con «Campeones». Divertida, emocionante y con un mensaje positivo y tan poderoso como necesario.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación