Bienal de Flamenco de Sevilla
La guitarra de Dani de Morón echa el telón del Alcázar en la Bienal
Este sábado 3 de octubre presenta su nuevo álbum, «Creer para ver»
La Bienal de Flamenco de Sevilla se acerca a su final. En esta penúltima jornada de espectáculos, el bailaor Andrés Marín estrena «La vigilia perfecta» en el Monasterio de la Cartuja y Dani de Morón clausura los conciertos del Alcázar con la presentación de su último trabajo discográfico, «Creer para ver», que salió a la venta el pasado 18 de septiembre. Su sonanta es la encargada de colocar el broche de oro a un escenario por el que ya han pasado propuestas muy variadas con la guitarra, el piano, los vientos e incluso el arpa como protagonistas. Las entradas se agotaron hace unos días.
Este es el cuarto álbum en solitario de Dani de Morón, aunque en el anterior se rodease de algunas de las primeras figuras del cante de hoy para mostrar su toque como acompañante. Digamos, entonces, que es el tercero como concertista y en él culmina un proceso que comenzó con su «Cambio de sentido», en 2015. Trabajando en los armónicos y soslayando de alguna forma la melodía, ha conseguido un sonido particular que parte de unos referentes claros, pero que se desvirtúa por completo de ellos. Dani de Morón no toca a las bajañís cruentas de su pueblo ni a Paco de Lucía ni a Moraíto por bulerías, sino que se nutre de todos ellos para armar una obra propia, donde la técnica ocupa un lugar primordial.
Cabe en este álbum que da a conocer por primera vez en directo en este enclave la copla, el flamenco y el jazz , materializado este último en dos influencias concretas: el contrabajista israelí Avishai Cohen y el oudista árabe Dhafer Youssef, a los que rinde tributo. Tres sillas: una para él, otra para el bajista Popo y una última para Agustín Diassera, percusionista. Nada más en el horizonte.
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