Festival de Sevilla de cine europeo
José Luis Cienfuegos: «Plantear un festival en salas y presencial es un ejercicio de militancia»
El director del Festival de Sevilla, que arranca hoy, afronta su edición más complicada, marcada por la evolución de la pandemia del Covid-19
El asturiano José Luis Cienfuegos lleva dirigiendo festivales de cine desde 1995, primero en Gijón y desde 2012 en la capital andaluza, pero reconoce que el más complicado de todos los que ha organizado ha sido esta decimoséptima edición del Festival de Sevilla .
La razón evidente es la pandemia del coronavirus , que ha obligado a replantear el desarrollo de este certamen dedicado al cine europeo en varias ocasiones durante su preparación, cuyo último capítulo, por ahora, se escribió la semana pasada, cuando se conocieron las nuevas restricciones de aforo y de horarios, así como el cierre perimetral de todos los municipios de la provincia que han dejado al festival huérfano de invitados .
El Festival de Sevilla, del que ABC es digital partner, no podrá ser un punto de encuentro de público, cineastas e industria, pero la organización ha optado por una edición presencial , con espectadores en salas, reforzada con la participación virtual de directores y equipos artísticos para ofrecer una visión de la cosecha 2020 de las filmografías de Europa, en la que se darán cita nombres como, entre otros, Gianfranco Rosi, Christian Petzold, Luis López Carrasco, Gonzalo García-Pelayo y el estadounidense Abel Ferrara .
Nueve días de cine con 150 películas europeas, 28 de ellas estrenos mundiales, que se clausurará el 14 de noviembre con la lectura del palmarés y la revelación del Giraldillo de Oro de 2020 .
«Que no pueden venir a Sevilla no significa que el festival se organice sin invitados»
Lo primero es cómo se plantea un festival en el que el principal atractivo, la convivencia con cineastas y productores, no es posible.
No pueden acudir, lo que no significa que el festival se organice sin invitados. Van a estar de otra manera, cumpliendo con la normativa y sacando adelante el trabajo que tienen que hacer en cuanto a defender sus películas. Por eso, hemos presentado un programa de ruedas de prensa con los invitados internacionales que darán una idea de lo que podría haber sido el festival de este año sin la pandemia, con gente como Gianfranco Rosi, Abel Ferrara, Emmanuelle Béart —premio Ciudad de Sevilla—, Christian Petzold... y también con algunas de las películas de las que más se ha hablado este año aunque sean de nuevos realizadores, como «Gagarine». Hemos ido a lo práctico y hemos querido sumar a los grandes nombres amigos del festival, como Ferrara o Rosi, películas que, siguiendo nuestra línea, al participar en Sevilla tienen garantizado su estreno en España como la mencionada «Gagarine» o «Sweat», porque a todo no podemos llegar.
Pero el festival como punto de encuentro de la industria se pierde.
De hecho en las últimas semanas hemos sido prudentes. Hemos seguido adelante porque es lo que toca, tenemos que defender la actividad. Lo primero, por la agenda cultural de la ciudad; y, después, por lo que son los puestos de trabajo del festival, que son cien personas trabajando y eso hay que tenerlo en cuenta. ¿Cerramos y nos planteamos un festival online? Pues con diez personas lo hacemos, eso está claro. Pero hemos preferido mantener la estructura habitual y seguir invirtiendo el presupuesto del festival en el equipo y en tener esas cien personas trabajando y no en el pago de derechos, que podríamos haberlo hecho.
«Hemos seguido adelante porque tenemos que defender la agenda cultural de la ciudad y los puestos de trabajo del festival»
Entonces, la principal finalidad que va a tener este año es servir de escaparate para el público sevillano de la cosecha fílmica europa de 2020.
No podíamos abandonar, y lo digo con total firmeza, a los distribuidores, a los exhibidores y a los propios cineastas. Muchas de las condiciones que se nos planteaban para participar en Sevilla era proyectar en cines si estos estaban abiertos. Por tanto, nosotros tenemos que mantener el festival como toca, con las películas proyectadas en sala y como tienen que verse. Esa era una condición que se nos planteó. De veinte distribuidores internacionales, solo a uno, de documentales, le daba igual que el festival fuera online o presencial. Ahora las circunstancias han cambiado, por la evolución de la pandemia, y hemos estado negociando para que se pueda ver online una sección como Nuevas Olas. Gracias a la implicación de esos distribuidores nacionales y, sobre todo, internacionales que han trabajado con nosotros todos estos años, nos han levantado un poco la mano y esas películas que van a pasar primero por las salas van a estar disponibles veinticuatro horas online, para limitar el número de visionados. Creo que esa es una buena manera de trabajar, una buena estrategia y que también deja muy claro que hay determinadas ventanas que hay que seguir respetando.
Porque la proyección en salas es también una toma de postura en el actual debate de la exhibición.
Es una postura de militancia y no hay que olvidar el momento que están pasando los exhibidores de este país, el momento tan delicado por parte de los distribuidores. Porque incluso los distribuidores independientes necesitan que los cines estén funcionado a pleno rendimiento y que haya películas comerciales acompañando las suyas, para que exista una oferta rica, amplia y equilibrada. Los distribuidores independientes son los primeros que se han alegrado que hayan funcionado bien la película de Santiago Segura y «Tenet», porque eso ha ayudado a poner en marcha la maquinaria. Tenemos que estar ahí y es un ejercicio de militancia, eso lo tenemos muy claro.
«Los distribuidores independientes necesitan que los cines estén funcionado a pleno rendimiento y que haya películas comerciales acompañando a las suyas»
¿Cuántos planes tiene el festival para poner en marcha en función de la evolución de la pandemia e, incluso, si hay confinamiento?
Ahora mismo hemos desarrollado en tiempo récord y puesto sobre la mesa que una de las secciones emblemáticas del festival, como es Nuevas Olas, estará online. Esa sección online de Nuevas Olas es el equivalente a muchos festivales online que hemos podido ver este año.
¿Con eso se garantiza que no habrá un apagón total del festival si hay confinamiento?
Con eso y con las actividades profesionales. Tenemos un encuentro interesantísimo de producción con Portugal en el que hemos recibido más de treinta proyectos de un nivel increíble y donde están ganadores del Festival de Sevilla, como Pedro Pinho, y participantes de Nuevas Olas de hace un par de años, como Sérgio Tréfaut. Parece que la vida sigue y nosotros lo que podamos hacer es presentar otros modelos y otras estrategias. No nos vamos a rendir.
Ante la imposibilidad de acudir cineastas españoles e internacionales, ¿la escena sevillana va a tener indirectamente más peso? Además, se ha reforzado Panorama Andaluz con un premio al mejor largo.
Digamos que era el momento justo para repensar lo que era la distribución de los premios. La colaboración institucional del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), de la Junta y de los programas de Europa Creativa nos ha permitido combinar de manera diferente la estrategia de los premios en metálico e incluir ese premio al cine andaluz que ha venido para quedarse.
«Era el momento de crear el premio al mejor largo andaluz, que ha venido para quedarse»
La situación de la pandemia está afectando al calendario de estrenos estadounidenses, ¿esa misma situación se está produciendo también en Europa? ¿Ha cambiado el paradigma desde las salas a las plataformas?
Eso se está produciendo. Todo se ha precipitado. Hay que respetar las ventanas y profundizar en cuáles son los tiempos de esas ventanas y cómo se estructuran. Hay mucho que discutir a ese respecto.
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