Espido Freire: «De Sevilla me gusta lo que no es visible»

La escritora acaba de pasar por la capital andaluza para presentar su nueva novela: «De la melancolía»

Espido Freire presenta «De la melancolía», su nueva novela Raúl Doblado

Pedro Ybarra Bores

Mucha gente no sabe que el nombre de origen familiar de esta bilbaína, con raíces gallegas, significa «desnudo» y cree que «no se ha hablado lo suficiente, ni desde una perspectiva literaria de qué supone la depresión, de qué ha supuesto, a nivel no econónomico, sino a nivel íntimo y personal la gran recesión por la que hemos pasado», dice. «Aunque desde el origen de la novela hasta ahora ha habido una serie de modificaciones, la esencia era hablar de dos cuestiones importantes: la herida personal y la herida social», afirma para referirse a «De la melancolía» (Planeta), libro sobre las heridas que dejó la crisis y sobre la acción transformadora del amor para superar la tristeza que acaba de presentar.

¿Una novela fruto de una crisis?

El libro describe una crisis de una protagonista y en un momento determinado. Al llevar mucho tiempo trabajando en ella no es fruto de una crisis, sino más bien del trabajo de ideas distintas que se han ido aglomerando.

¿Le ha llevado mucho tiempo documentarse?

Sobre todo para la parte de Lázaro, aunque estaba realizada hace tiempo. La que sí llevó casi catorce años de documentación fue «Llamadme Alejandra», la novela anterior.

¿De dónde le viene la vocación de escritora?

Surgí cual seta. Estudié filología inglesa. De hecho mi hermana y yo fuimos las primeras personas de la familia en llegar a la universidad. Me viene de la imitación, porque lo que más me gustaba de niña, por encima de todo, era leer, y el siguiente paso fue contar mis historias. Después de ello, lo más serio era escribirlas. Con 9 años ya tuve la intención de escribir dos novelas. Con 12 escribí una novela con la colaboración de toda mi clase, y a los 16 escribí «Irlanda».

Recibió el Premio Planeta muy joven. ¿Le queda algún sueño por cumplir?

Muchos. El año pasado comencé a recibir premios al reconocimiento de mi carrera, que ya son 21 años. Un reconocimiento a la perseverancia...

Espido Freire Raúl Doblado

¿Hay más mujeres en el mundo de la novela?

No hay un incremento notable en cifras reales, otra cosa es que seamos más visibles o que interesen más. Somos en torno a un 20% de los autores generales. Continuamos siendo una minoría bastante notable, pero muy visible.

Una novela intimista.

Tiene mucho de raíces en lo social. Habla de esa crisis invisible. Aquella que una vez superado lo económico nos ha quedado. Sobre todo de aquella crisis que ha afectado a una clase media que la vivió como un fracaso personal y como algo de lo que avergonzarse. Elena, la protagonista, nunca se pudo imaginar que a ella en alguna ocasión le tocaría eso. Como ella ha habido muchas mujeres a las que a la necesidad se unió la vergüenza. Su historia se ha contado poco porque nos hemos ido a lo urgente.

¿Tiene algo de autobiográfica?

No. Solo hay un elemento. La protagonista pasa por una depresión en un momento determinado, y yo también. La experiencia que tuve se la he prestado a ella. Se habla poquísimo de la depresión, es otra de las infamias vergonzantes, de las enfermedades secretas. En la depresión hay solución, hay salida.

El amor como vía de salvación...

Sí, pero no el amor de pareja. Es una novela muy optimista, la oscuridad está centrada en las primera páginas, y a partir de ahí comienza la construcción. Como sociedad a lo mejor no funcionamos muy bien, pero como colectivo muchas veces somos imparables, es una de las lecciones precisamente que nos ha dado la crisis.

En 2007 recibió también el Premio Ateneo de Novela...

De Sevilla me gusta lo que no es visible. Me gusta el humor negro que a veces tiene el sevillano, me gusta el sevillano cuando se pone serio, porque adivinas al alegre, y adivinas también muchas veces esa alegría que es lucha frente a situaciones muy duras. Al ser tan del norte como soy yo, esa fascinación entre opuestos se produce. Solo el uso de las flores y el color lo cambia todo... Me fijo en el uso del amarillo albero que hay en las calles, las buganvillas. Mi novela «La flor del Norte» comienza y finaliza en aquello que tampoco se ve: en un patio de Sevilla, atrapado por murallas. Esa parte que no es evidente en Sevilla, que hay que rascar un poquillo es la que me gusta.

¿Cuáles son sus proyectos actuales?

Siempre trabajo en varios proyectos a la vez. Para mí es más sencillo. Aburre menos y puedes alternar unos con otros. Además te da cierta libertad psicológica de pensar que puedo elegir entre una u otra. Suelo alternar ensayo, no ficción-ficción e infantil-adulto.

Espido Freire Raúl Doblado

Muy activa en redes sociales...

En Instagram y twitter tengo una comunidad muy respetuosa. Veo lo que antes solo imaginaba.

¿A quién va dirigido este libro?

Es una novela que habla de la colaboración entre generaciones, más que del enfrentamiento generacional, que nunca me ha interesado. Tengo un porcentaje enorme de seguidores en redes muy jóvenes, quería que en esta novela hubiera también un guiño para ellos. El libro está dedicado a cualquiera que haya sentido cerca la tristeza. Si han notado en alguien cercano ese sentimiento de que algo se acerca, y ese algo es la tristeza o la melancolía, les va a gustar.

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