Música

Las diez recomendaciones musicales del Nano de Jerez

El cantaor nos descubre a su mayor ídolo, Antonio Mairena, y otros referentes del cante flamenco

El Nano de Jerez cantando ABC

Luis Ybarra Ramírez

Algunos conocerán a Cayetano Fernández por sus apariciones en televisión haciendo de bombero , pero detrás de ese gitano enjuto se esconde una gran verdad. El Nano de Jerez y de siempre. Cantaor de la tierra albariza y los cantes que a pedazos se vuelven grandes. Fiel seguidor de lo clásico y contador de chistes en las bambalinas . Su voz es ronca y el compás pausado, perfectamente medido. Nunca reunió a las masas, pero tuvo la habilidad de convencer a quienes lo escucharon con orejas de elefante. Hace algunos años que inició su retorno, pero no ha abandonado los escenarios. Y es de los que solo necesita un par de minutos para grabar diez.

Ídolo solo hay uno, y el jerezano lo deja claro a la hora de escoger sus grabaciones de referencia. Antonio Mairena aparece por soleá de Alcalá, en las seguirillas que terminan con la cabal de Silverio, antiquísimo eco que jamás conoceremos, pues no llegó a registrarlo, y por romance. También en la bulería corta, de la que más ha aprendido, las cantiñas y, finalmente, la toná.

Justo ahí está el ayeo postrero del de los Alcores. El Nano lo acompañó en los jaleos de ese disco, «El calor de mis recuerdos» , con el que el maestro se despidió en un derroche de dolor y sabiduría. Mentor y heredero juntos. La locura de un cante que sabe a despedida. El color plomizo de una garganta excitada y el último jipío de Mairena para sus adeptos . Nunca más volvería a grabar. «¡Vivan los genios!, le grité cuando terminamos», nos explica.

Hay dos majaretas que también encuentran su espacio en esta lista. Paisanos, pero no coetáneos. Salvajes de lo jondo. Uno es Manuel Torre, el que inspiró a Lorca, el de los galgos , el desconocido, y otro Juanito Mojama , que llega hasta aquí con la palma abierta de sus tientos suplicantes. Este es uno de esos artistas raros que difícilmente se clasifican dentro de una escuela. Tiene, por supuesto, recursos y estilos del propio Manuel Torre, aunque también se decanta por las formas de Antonio Chacón, el pilar que nos faltaba, algo similar a lo que sucede con personajes de la época, como Niño de Medina, Manuel Pavón y La Niña de los Peines.

El viaje de ida y vuelta del Nano termina en Cádiz. Olas, afonía de barcas, susurros de sal. Manolo Vargas y su naturalidad gaditana colocando un broche de oro. Una pieza que en su esencia se asemeja a lo que él lleva décadas ofreciendo: una certeza pequeñita pero firme. La de lo genuino. Por cierto, no se sabe ni un título, aunque todos los evoca cantando .

El artista recomienda...

1. «Era un día de Santiago» (seguirilla), Manuel Torre

2. «Es verdad que yo tengo una queja» (soleá), Antonio Mairena. «Esquema histórico del cante por seguirillas y soleares»

3. «Cuando me eches mí de menos» (bulería por soleá), Manuel Torre

4. «Hablo con Jesús y le digo» (tientos), Juanito Mojama. «Tientos y soleares»

5. «Muralla quieren ponerme» (bulerías), Antonio Mairena. «Antonio Mairena y el cante de Jerez»

6. «Al moro me voy» (seguirillas), Antonio Mairena. «Antonio Mairena y el cante de Jerez»

7. «La madrugá» (toná), Antonio Mairena. «El calor de mis recuerdos»

8. «Tiene mi niña un balcón» (alegrías), Manolo Vargas

9. «Grandes guerras (Romance del Conde Sol)» , Antonio Mairena. «La gran historia del cante gitano andaluz»

10. «No le quites los hilvanes» (cantiñas), Antonio Mairena. «Cantes de Antonio Mairena»

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