Diego Villegas, todo música
El músico sanluqueño presentó la obra «Bajo de Guía» con una buena aceptación por parte del público
Todo es música en los fuelles de Diego Villegas . Una música bella que comienza a brillar con luz propia. No siempre toma el papel de cantaor con su instrumento, sino que ofrece un camino alternativo. Un camino que referentes como Jorge Pardo han ido abriendo. Y que el sanluqueño ha comenzado a recorrer. Porque no se trata de ocupar el espacio de la guitarra ni de la voz, sino del viento . Y es esa la principal tarea a la que se enfrenta.
Interpretó todos los temas de su trabajo discográfico, desde el mirabrás que da nombre a la obra, la rumba que trata de componer melodías sobre el tercer viaje de Colón a Las Américas -que partió en el año 1498 de Sanlúcar de Barrameda-, a los fandangos, la soleá o la bulería, entre otros. Y demostró en todo momento un enorme dominio de los diferentes instrumentos de viento metal que utilizó: flauta, armónica, saxo soprano y tenor . Así como las influencias de otros géneros, en concreto el jazz; sin soslayar demasiado el terreno en el que se movía.
La acústica de la iglesia de San Luis de los Franceses , en su eterno barroquismo, le permitió llevar los sonidos que emanaban de sus pulmones hasta más allá de donde pudo. Contó con las colaboraciones del compositor y cantante Javier Ruibal y la cantaora Ana Gómez, con quien creó un bonito contraste. Pues la queja gruesa de una rompió el delicado esquema del otro. Y el público lo percibió.
Como dice la profesora y escritora Catalina León Benítez , el flamenco sobrevive a pesar de los flamencos. Agoniza frente a otros géneros desde sus orígenes. Pero no muere. Porque ni se mezcla ni se funde, sino que absorbe y hace suyo. Integra. Y, aunque a Diego Villegas le queden veredas por ocupar, eso hizo con este viaje por algunos de los estilos de su tierra: acercar sus metales hacia el arte hondo.
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