Clase magistral en la Fundación Coca-Cola

Daniel Ruiz: «Para ser creativos hay que recuperar el derecho universal al aburrimiento»

El escritor sevillano impartió una clase magistral sobre creatividad a 60 profesores de la mano de la Fundación Coca-Cola

El escritor Daniel Ruiz durante su clase magistral en la fábrica de Coca-Cola J. M. Serrano

Jesús Morillo

La creatividad es una de las palabras mágicas de este inicio de milenio. Es uno de esos términos que está en boca de todos, desde empresarios a artistas audiovisuales, además de ser objeto de monografías, tesis y ejercicios escolares.

De esta palabra, que la RAE define como facultad o capacidad de creación, sabe bastante Daniel Ruiz , uno de los escritores sevillanos más reconocidos, ganador de premios como el Tusquets , colaborador de ABC de Sevilla , y autor de novelas como «La gran ola» (2016) y «Todo está bien» (2011), que lo muestran como un autor de una penetrante mirada social.

Por ese motivo, la Fundación Coca-Cola ha seleccionado a Daniel Ruiz para impartir este martes una clase magistral a sesenta profesores de Secundaria en la fábrica que la conocida marca de refrescos tiene en La Rinconada .

El acto marca, además, el comienzo de las jornadas para profesores dentro del 59º «Concurso de jóvenes talentos de relato corto» , que organiza la Fundación Coca-Cola y que es el concurso literario más longevo de España, en el que en sus casi sesenta años de andadura han participado más de diez millones de estudiantes.

De hecho, solo en la pasada edición participaron casi 2.480 jóvenes andaluces de 2º de la ESO de 450 centros educativos de la comunidad autónoma.

En su conferencia, Daniel Ruiz abordó cuestiones como la literatura y la educación , aunque todas relacionadas con la creatividad y desde su «experiencia personal» como narrador y profesional de la comunicación, tanto como periodista como asesor.

Entre las ideas que expresó sobre la creatividad, el escritor reivindicó el «derecho universal al aburrimiento», necesario, en su opinión, para «ser creativos» y lograr, si no algo tan difícil como la «originalidad», al menos la posibilidad de «decir las cosas de forma distinta».

«La creatividad se ha convertido en uno de los mantras de eso que se llama la cultura emprendedora , igual que otros conceptos como emprendimiento o talante positivo», explica Daniel Ruiz, de los que se sirve el sistema económico actual para implementar rutinas que desemboquen en el beneficio.

«La utilidad de lo inútil»

Frente a ese aspecto utilitario de la creatividad, el escritor defiende, en cambio, « la utilidad de lo inútil y el tiempo como pasatiempo. Cuando he alumbrado las ideas más potables para mis novelas han sido en situaciones de absoluto aburrimiento . Lo que me viene bien es andar un montón de horas y dejar la mente despejada».

Porque, en opinión de Daniel Ruiz, la creatividad está directamente relacionada con el tiempo , lo que choca contra las dinámicas actuales de los ciclos de trabajo, porque para que «se asiente tiene que aposentarse y eso necesita tiempo».

« Oliver Sacks tiene un ensayo, titulado "El yo creativo" , en el que habla de los resortes importantes para la creatividad, entre los que está la fabilidad. Es necesario equivocarse y asimilar experiencias que son la base del desarrollo creativo. Además, es importante lo que llama un periodo de olvido, de asimilación silenciosa, que termina en la producción creativa».

La asimilación pausada de todas esas experiencias y lecturas es lo que termina desembocando en la creatividad, que «no es innnata, sino que debe cultivarse con la acumulación y digestión de esos conocimientos».

Esa necesidad de tiempo para aposentarse también choca, en ocasiones, con la presión de los padres para que sus hijos desarrollen capacidades artísticas, explica el escritor. «Como padre veo la tendencia en depositar en los niños e xpectativas absolutamente apabullantes , que terminan provocando decepción en los progenitores y frustración en los pequeños».

Taller para profesores

Esa sobrecarga de expectativas, añade Daniel Ruiz, puede tener efectos contraproducentes. «Si en un momento dado cuando era pequeño me hubieran inducido a escribir, lo hubiera rechazado . Pasa lo mismo que cuando en clase te obligan a leer "El libro del buen amor" o "La celestina" , convirtiendo la literatura en algo antipático».

Tras la clase magistral de Daniel Ruiz, los profesores participaron en un taller organizado por la Fundación Lenguaje , en los que accedieron a nuevas herramientas y recursos que podrán aplicar en el ejercicio de sus clases diarias.

Además, los asistentes recibieron un «Diario de lectura» , editado por Ángeles Caso en colaboración con la Fundación Coca-Cola, así como otros materiales didácticos.

Con el objetivo de acercarse a los profesores, estas jornadas literarias se incorporaron al concurso en la pasada edición, que han contado con la participación de escritores como Elvira Lindo , Marta Sanz o Juan Gómez-Jurado .

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