Entrevista
Daniel Bilbao: «Lo digital nunca podrá sustituir la emoción de la creación»
El pintor y actual decano de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla ha publicado un volumen con dibujos de sus cuadernos de trabajo
Daniel Bilbao tiene esas agendas llenas donde entre pinceles y clases la vida transcurre con la velocidad que no debe. Pero a pesar de todo, el pintor consigue sacar tiempo de donde no existe para seguir trabajando en algo que le apasiona , además de pintar, y es reflejar esos apuntes y bocetos que lleva haciendo desde que recuerda, siempre que pone un pie fuera de su casa.
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Doctor en Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, es profesor titular de Dibujo y, desde este año, decano de la facultad , una actividad que combina con la expositiva. Este año realizó en Sevilla, en la galería Birimbao la muestra titulada «Tacet», y a principios de noviembre presentó en el museo de Alcalá de Guadaíra, «La mirada nómada» , una muestra que recoge un libro del mismo título.
¿Cómo ha sido este proyecto, antes el libro o la exposición en el Museo de Alcalá?
El tema surge porque a lo largo de mi trayectoria yo siempre estoy dibujando. Soy un apasionado de la pintura, pero también de los viajes, y tengo muchísimos cuadernos de apuntes. Un día se me ocurrió comentarle a Paco Mantecón, director del Museo de Alcalá , que tenía muchísimos apuntes incluso sobre Alcalá y nos planteamos hacer algo. Y el me propuso que porqué no hacíamos un libro. Entonces hablamos con Diputación, con Margarita Ruiz Acal y con Alberto Marina, que conoce muy bien mi obra y mi afición por los viajes, y me propusieron que en lugar de circunscribirnos sólo a Alcalá, que ampliara a mis viajes por Europa . Y así fue. Hicimos un libro con todos esos bocetos.
Y después surgió la exposición en el Museo de Alcalá.
En efecto. Cuando estábamos haciendo la selección de dibujos, se nos ocurrió que por qué no hacíamos una exposición en el muse o. En la exposición hay unos cien dibujos y es una muestra itinerante por toda la provincia.
¿Cuántos cuadernos de apuntes puede tener en su estudio?
Tengo cuadernos de apuntes..., cajones llenos. Llevo cuadernos en la guantera del coche, en mis bolsillos. Yo siempre he dibujado desde pequeño, siempre con un lápiz en la mano . Pero con una mirada profesional que escudriña el entorno y que lo analiza y quiere casi atraparlo, desde que comencé a estudiar.
¿El paisaje ha quedado desfasado en la pintura actual o sigue siendo fundamental para un artista?
Es fundamental. En mi caso no sólo la naturaleza. Yo dirijo un grupo de investigación que se denomina Morfología de la Naturaleza , que estudia precisamente el paisaje desde distintos ámbitos, desde la flora, la fauna y sobre todo, desde la intervención humana, y ahí entra a lgo que en mi obra está muy presente y es la arquitectura . Para mí el lenguaje en positivo del hombre en la naturaleza es la línea recta y lo que es la construcción arquitectónica.
¿La naturaleza sigue enseñando al pintor?
Enseña muchísimo. Hay que tener en cuenta que en la naturaleza está la morfología de todo, la constitución de los árboles, las calidades, las texturas, cómo se comporta cada materia. La arquitectura tiene que ser firme, y sin embargo el agua debe ser algo en movimiento, el cielo igual . Luego si quieres representar el viento, debes saber cómo balancea un árbol, o la brisa, las palmeras azotadas por el viento, y ahí se registra esa intervención de un fenómeno climatológico.
Pero imagino que en este libro además de naturaleza habrá ciudades que habrá visitado.
En el libro hay dibujos de Doñana y de Alcalá, donde he dado un curso de dibujo varias veces, pero hay bocetos de gran parte del mundo. De España, Portugal, Francia, Inglaterra, Aleman ia..., de todos sitios.
¿Cuál sería en su opinión la ciudad más pictórica, en cuanto a fotogénica, si me permite el símil?
No sabría decirlo, porque hay muchos factores y muchas lecturas. Hay ciudades que son más reticulares y el urbanismo es muy contemporáneo, más cuadrangular, y hay otras en las que el encanto radica en todo lo contrario como esos foros desordenados de Marruecos . En un viaje que hice al desierto de Osuga el año pasado me quedé sobrecogido porque nos llevaron a ver las tribus nómadas y es impresionante cómo tiene el ser humano interiorizada la línea recta, porque en mitad de la nada ellos fabricaban una especie de vivienda, con arena y barro, pero lo que hacían era un dado. Es sorprendente, una tribu nómada hace una vivienda no definitiva y te hacen un dado. Es decir, el ser humano tiene interiorizada la línea recta.
¿Qué es más difícil captar en el paisaje sea o no urbano, la luminosdad o la bruma?
Yo me identifico mucho más con la bruma porque crea unos ambientes mucho más sugerentes , además a mi me interesa el fenómeno lumínico en cuanto a la puesta de sol o la salida. Porque surge la contraposición de la luz natural con la luz artificial, es decir, la lucha entre lo natural y el hombre. Cae la tarde y se encienden las luces de la ciudad o del camino, artificiales, y eso produce unos colores cálidos que me interesan mucho. Incluso descubrí que dentro de una arquitectura si tu colocas en una ventana un cuadradito amarillo o anaranjado, identificas que ese lugar está habitado, con lo cual ese cuadradito significa la presencia humana sin necesidad de estar representada , tanto a nivel cromático como formal, y eso le aporta a la obra un contenido conceptual interesantísimo.
Usted trata en numerosas obras la arquitectura racionalista, ¿también por una cuestión relacionada con la luz?
Sí, me interesa muchísimo. Hay cuadros de Jacobsen o del pabellón Barcelona o la Ville Savoye de Le Corbusier en los que me preocupa precisamente ver cómo incide la luz, con qué ángulo proyecta la sombra y cómo los distintos blancos van produciendo diferentes matices con una riqueza cromática increíble que es fundamental en mi obra.
Se ha dedicado siempre a la pintura y cada tanto tiempo dicen que la pintura muere. Sin embargo, ahora parece que está en alza, ¿que opina?
La pintura está en un momento álgico . Ocurre ahora un poco lo mismo que ocurrió a principios del siglo XX, cuando surge la fotografía y los pintores se llevaron las manos a la cabeza y dijeron, hasta aquí hemos llegado, una maquinita que te saca todo y..., al final lo que se ha hecho es una retroalimentación. Tanto la fotografía se ha enriquecido de la pintura y al revés, con nuevas soluciones que aporta la fotografía. Hoy día todos los avances tecnológicos que aporta lo digital no hace más que enriquecer la pintura. Raro es el pintor que en su estudio no tiene un ordenador. Yo tengo uno y los pintores vemos a través de la pantalla, incluso escaneas tus apuntes, los vuelves a imprimir..., es una herramienta.
¿Pero no ha habido un «boom» de lo digital en el arte?
Sin duda, eso hay que asumirlo, pero contrariamente a la frialdad que puede parecer, yo creo que pone en valor aún más lo que es analógico. Hoy día hay tabletas que reproducen increíblemente, pero la emoción y la autenticidad de hacer una litografía en una piedra litográfica, eso es insustituible . Lo digital no puede sustituir la emoción de la creación ni tampoco del objeto que surge después, eso conlleva una carga emotiva imposible de sustituir por una máquina.