Concierto en FIBES

Dani Martín, o la insoportable levedad del ser

El cantante madrileño presentó anoche en FIBES «La montaña rusa», un disco en el que muestra su esencia existencial

Dani Martín en un momento del concierto -F.R.M.

Fernando Rodríguez Murube

Con todo el papel vendido desde hacía semanas, la expectación del público sevillano por poder disfrutar en directo de Dani Martín, uno de los cantantes más exitosos del panorama español actual, era más que patente en los aledaños de FIBES desde mucho antes de las 21:30, hora fijada para que arrancara el concierto. Fue cuanto menos curioso, por inusual, ver cómo familias enteras acudían a un mismo concierto sin importar la edad. Y es que si en sus inicios con El Canto del Loco allá por el 2000 el público que le seguía era eminentemente femenino y muy joven, con el paso de los años la música del madrileño ha pasado a tener un efecto de amplio espectro, actuando sobre adolescentes, padres, madres y niños.

Antes de que Dani y su banda apareciesen, varias televisiones antiguas colocadas sobre el escenario mostraban imágenes de un combate del mítico púgil Muhammad Alí. Una introducción que hacía clara alusión a la portada de su último trabajo «La montaña rusa», en la que el artista aparece en un ring con guantes de boxeo haciendo el gesto de esquivar los golpes del contrincante. Una metáfora visual de los textos de un disco que azota el vendaval de los remordimientos y la mala conciencia, y que abreva en las fuentes de la nostalgia y la crudeza del desamor.

Desde los primeros acordes del concierto, los de «Las ganas», Dani Martín mostró su versión más sobria, acorde con las letras de las canciones que iba desgranando: «Nada más que tú», «Peter Pan», «Que se mueran de envidia», etcétera. Más de una hora de su repertorio más sensible que en directo peca por momentos de ser plano, y que en demasiadas ocasiones acompaña de coreografías, a modo de complicidad con el público, punto menos que infantiloides.

Una vez alcanzado el ecuador del show, el madrileño soltó amarras con «Romperás» y ofreció su versión más enérgica sobre el escenario haciendo un acertado recorrido de su etapa al frente de El Canto del Loco: «Ya nada volverá a ser como antes», «Una foto en blanco y negro» o «La suerte de mi vida», una cascada de éxitos que el público coreó sílaba a sílaba.

Cabe destacar la gran banda que acompaña a Dani Martín en esta gira, que cuenta con la novedad del gran Candy Caramelo, prestigioso bajista que durante muchos años ha acompañado a Andrés Calamaro. Precisamente, un tema que hiciera popular el maestro argentino con Los Rodríguez, «Hace calor», fue interpretado por todos los componentes durante la presentación de la banda. Más tarde, el propio Dani se atrevería con otra versión, en este caso «Feel», de Robbie Williams.

Para finalizar, el madrileño hizo una defensa del pop-rock español que él ha mamado. «Menos despacito —en clara alusión al tema de Luis Fonsi que está arrasando con sus ritmos latinos en las pistas de toda España— y más Pereza y Los Ronaldos». A continuación invitó a subir al escenario al ex Tequila y productor Alejo Stivel, con el que cerró el concierto cantando a dúo el tema «Dime que me quieres».

De este modo, Dani Martín, un artista retornado de las profundidades suyas y que busca la paz de las batallas personales en la música y en estos conciertos que están arrasando allá por donde pasan, vuelve a pasar con nota otra de las 44 pruebas que conforman esta ambiciosa gira, sacando músculo y demostrando que está en un momento más que interesante, el de la madurez artística y personal, y por qué ha sido galardonado con el Premio Ondas al Artista del Año.

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