Coronavirus Sevilla
Rock sevillano contra el coronavirus
El confinamiento es una buena oportunidad para volver a Triana, Veneno o Silvio y disfrutar de clásicos actuales como Sr. Chinarro
Parálisis o, si se prefiere, hibernación . Ese es el estado de la escena musical en todo el mundo.Un compás de espera en el que apenas hay novedades —más allá de canciones entre el oportunismo y el buenismo en torno al confinamiento—, las giras están canceladas, la mayoría de lanzamientos pospuestos, las salas cerradas y los festivales encomendándose a un otoño que permita salvar los muebles.
Con la frenética escena del pop en punto muerto por el coronavirus, estos días de confinamiento en casa pueden ser una buena oportunidad para volver la vista hacia las piedras angulares del rock sevillano , de Smash a Silvio (Fernández Melgarejo), pasando por Triana o Veneno , pero también a clásicos contemporáneos, como Sr. Chinarro, Maga, Pony Bravo o Chencho Fernández , quien apenas unos días previos al estado de alarma editaba un «Baladas de plata» (2020), el último álbum, por ahora, que sumar a los imprescindibles del género en la ciudad.
Una historia que tiene su gran momento fundacional en 1968, cuando, bajo la influencia de los discos que llegan de la base americana de Rota y el Club Don Gonzalo que regentaba Gonzalo García-Pelayo , se forma Smash, banda seminal del rock sevillano.
El grupo de Julio Matito será pionero no solo del rock progresivo y andaluz, sino artífice del primer encuentro entre rock y flamenco , de la mano de Manuel Molina , como se muestra el esencial «Todas sus grabaciones» .
Por el camino abierto por Smash transitaría la banda sevillana que mayor reconocimiento ha tenido en España: Triana , que terminó de configurar el canon del rock andaluz gracias al genio de Jesús de la Rosa . Su debut, «El patio» (1975) es un álbum fundamental del pop español y acaba de cumplir 45 años de plena vigencia.
Dos años después se publicaría «Veneno» (1977), cuya capacidad de influencia e innovación en la música española es comparable a lo que supuso el debut de The Velvet Underground para el rock anglosajón. La banda de Kiko Veneno y los hermanos Amador facturó un álbum con una frescura y desparpajo sin fecha de caducidad, de espíritu punk y vocación popular.
El nuevo flamenco no sería lo mismo sin este disco y sus protagonistas seguirán dando tardes de gloria, tanto Pata Negra —«Blues de la frontera» (1987)— como Kiko Veneno —«Échate un cantecito» (1992), «Sombrero roto» (2019)—.
En los 80 llegaría «Fantasía occidental» (1988), el álbum que sintetiza los perfiles más atractivos de Silvio, con himnos a las Vírgenes de Sevilla y al Betis , junto odas al Sur y recreaciones de San Juan de la Cruz . Ese mismo año, Dogo y los Mercenarios publicarían «Llueve en Sevilla», un esencial paseo por el lado salvaje de la ciudad.
La irrupción del «indie» en Sevilla en los 90 tendría su reflejo en «El colectivo Karma» (1993), donde ya figuraba el Sr. Chinarro de Antonio Luque , convertido hoy en la gran figura de culto del pop sevillano, con una prolífica producción en la que destacan, entre otros, «El porqué de mis peinados» (1997) y «El fuego amigo» (2005). Antonio Luque es uno de los pocos que ha anunciado nuevo disco, en pleno confinamiento, para mayo: «El bando bueno» .
También en aquel álbum seminal estaba Miguel Rivera , quien formaría Maga junto a Javier Vega , cuyo primer álbum de 2002 es otra de las joyas del indie sevillano.
Seis años después debutaría con «Si Bajo de Espalda no me da Miedo y Otras Historias» (2008) Pony Bravo, el grupo fundamental la escena en los últimos tres lustros, que han conocido también revitalizaciones de clásicos como Pájaro , «Santa Leone» (2012); junto un sorprendente debut, de la mano de los Derby Motoreta’s Burrito Kachimba , y la consolidación en la primera división del pop-rock patrio de All La Glory , ambos en año pasado.
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