Concierto Luis Miguel Sevilla
Concierto de Luis Miguel en Sevilla: El «Sol de América» vuelve a brillar tras su ocaso
El cantante cautivó a las 12.000 personas que se dieron cita anoche en el Estadio de la Cartuja
Por todos es sabido que Luis Miguel acaba de atravesar la peor crisis personal y profesional de sus 35 años de carrera , que por momentos el personaje sencillamente se comió al artista, y que todo apuntaba a que estaba condenado a quedarse en el circuito de la nostalgia.
Obviemos por un instante todo eso, y hagamos caso al precepto que recordaba la mítica «El hombre que mató a Liberty Valance», aquella excelsa cinta firmada por John Ford que esgrimía que cuando la leyenda supera a la realidad, hay que publicar la leyenda .
En su caso, la leyenda dice, por ejemplo, que ha vendido más de cien millones de discos y que ha ganado diez premios Grammy .
Por su parte, la realidad más inmediata, la artística, ésa que no mezcla gárgara con bilis, nos dice que Luis Miguel en 2018 ha hecho «sold out» durante cinco días seguidos en el Auditorio Nacional de Ciudad de México —y otros cuatro más en el mismo sitio apenas un mes después—, dos nuevos «sold out» en el American Airlines Arena de Miami, uno más en el Madison Square Garden de Nueva York y, lo más reciente, dos llenazos consecutivos en el Wizink Center de Madrid esta misma semana.
Éstas son las credenciales más actuales con las que anoche se presentaba Luis Miguel en el Estadio de la Cartuja ante 12.000 fans .
Apareció elegantemente trajeado, dando una masterclass de cómo dominar un escenario , ejerciendo de maestro de maestros del minimalismo bien entendido, ése que le aleja de estériles estridencias y superfluos aspavientos, y le confía exclusivamente a esos aires de gentleman estilosamente trajeado que da rienda suelta a sus característicos y cautivadores movimientos, a ese menos es más tan Julio Iglesias.
La de anoche fue la cuarta vez que el «Sol de América» visitaba Sevilla. La primera fue con motivo de la Expo 92, éxito rotundo, la última en 2012, con un concierto cargado de incidentes —problemas de sonidos varios y desmayo del cantante incluido—.
Cuenta saldada con Sevilla
Anoche saldó esa cuenta con un concierto muy potente en el que su voz imponente, capaz de convertir una balada o un bolero en una sugestiva provocación , estuvo perfectamente arropada por una decena de músicos, logrando un show muy compacto y homogéneo tanto a nivel artístico como acústico.
Así quedó más que patente durante las dos horas largas que duró el concierto: desde las románticas «Si te vas», «Devuélveme el amor» y «Culpable o no» —que acurrucaron a las miles de parejas que acudieron a la cita en la Cartuja bajo el sentimental abrigo del querer, hasta las cuasi adolescentes «La chica del bikini azul» y «Cuando calienta el sol» de los bises, pasando por las poderosísimas rancheras «La fiesta del mariachi» o «Llamarada» .
Mención especial merecen éstas últimas. Menudo espectáculo crea a raíz de la música tradicional mexicana este artista de imperial capacidad interpretativa. Cerca de una veintena de músicos mariachis y la potente voz de Luis Miguel pusieron boca abajo el Estadio de La Cartuja , que por unos minutos cruzó el charco para mutar en el mítico Estadio Azteca.
El mexicano brindó un concierto repleto de ricos matices. Sirva como ejemplo el fabuloso mano a mano que mantuvo con el saxo tenor en el epílogo de «Tú y yo», en el que el artista parecía entrar en trance por unos instantes.
Así, el «Sol de América» volvió a brillar radiante, dejando una pose de artista imponente que encarna como nadie el paradigma del genio excéntrico, el del cantante con el toque del rey Midas. ¿Leyenda o realidad? Ni el mismísimo John Ford sabría decantarse.
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