ICÓNICA SEVILLA FEST
Catarsis sevillana de la mano de los Gipsy Kings
La mítica formación francesa desgranó todos sus éxitos en la Plaza de España ante 2.000 personas dentro del festival Icónica Sevilla Fest
Aunque todavía haya quien piense que la gente va a un concierto solamente a divertirse, a pasar un buen rato, el de ayer es un claro ejemplo de que no es así. Es infinitamente mucho más que eso. Más si cabe después de una situación tan especial a nivel psicológico como la que hemos padecido por la pandemia. Un concierto es, en no poca ocasiones, un lugar de catarsis y de gestión de emociones. Ayer, en el concierto de los Gipsy Kings en el Icónica Sevilla Fest (del que este periódico es medio oficial), fueron llamativamente patentes ambos aspectos.
En la actualidad, la mítica formación francesa sigue dando conciertos por todo el mundo de la mano de André Reyes y una nueva generación de descendientes del guitarrista Ricardo Baliardo ‘Manitas de Plata’ y del cantaor José Reyes (ambos gitanos franceses, hijos de emigrantes españoles), hijos y sobrinos de aquellos primeros Gipsy Kings que emprendieron su propia aventura musical tomando la senda de la rumba catalana allá por 1978.
La noche discurrió entre un paisaje sonoro muy similar, con una formación de guitarristas en primera línea agitando el repertorio en todo momento, liderada por un excepcional Mario Reyes que regaló varios solos muy meritorios. Durante las dos horas que duró el show, André y los suyos dieron rienda suelta a esa inconfundible forma de fusionar la rumba catalana con el pop y el flamenco que tantísimo impacto comercial les ha granjeado a uno y otro lado del charco durante más de tres décadas (60 millones de discos vendidos).
Alegría, mestizaje musical y ritmos festivos y bailables en cantidades industriales. Destacaron 'Un amor', 'Baila me' y 'Sin ella'. No obstante, cabe decir que los del sur de Francia abusaron de unos medios tiempos que en ciertos tramos del concierto se hicieron monótonos. Pero qué importa eso cuando ya en la recta final llegó la catarsis festiva y liberadora de emociones anteriormente reseñada.
Con la conocida 'A mi manera' como bella antesala, por fin llegó el turno de los dos éxitos mundiales que todos estaban esperando. André Reyes interpretó primero 'Bamboleo' , la animada versión de la canción folk venezolana 'Caballo Viejo' que anoche brilló con un bajo excepcional y agradables pinceladas caribeñas en forma de percusión. Luego la formación francesa hizo un celebradísimo guiño a la ciudad con 'Sevilla tiene un color especial' , de Los del Río , en la que contaron con la colaboración de Emilio y Sergio Almagro.
En ese momento la Plaza de España, que una noche más lucía incontenible, ya era presa del delirio. Las 2.000 personas presentes bailaban y cantaban con una sonrisa de oreja a oreja y mirándose entre ellas, diciéndose con la mirada que ahora sí, que ahora parece que la cosa (pandémica) está mejor, que se empieza a ver una cegadora luz de ilusión y optimismo al final del túnel, y que, además de sobrevivir, ha llegado el momento de vivir.
La versión rumbera de 'Volare' , ese otro éxito internacional, tema original de Domenico Modugno, puso el broche de oro y añadió aún más madera a la fiesta de caseta de feria en la que se había convertido la monumental plaza diseñada por Aníbal González . Momentos de felicidad, de recuerdos.
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