Flamenco

El cantaor Jesús Heredia, a sus 87 años, imparte clases virtuales desde el Hospital de la Caridad a Japón

Después de toda una vida dedicada al cante, apuesta por la formación en una academia de Hiroshima

El cantaor Jesús Heredia Raúl Doblado

Luis Ybarra Ramírez

Está contento; o más animado, si cabe. Hace poco le han puesto la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus y ve que la normalidad, la que él tenía antes, se acerca. Jesús Heredia reside desde hace tiempo en el Hospital de la Caridad, en Sevilla, pero ni los horarios ni las medidas de prevención ni el mundo que a la edad de 87 años se le ha vuelto en contra pueden dañar sus ganas de seguir rondando por el cante. Él maneja a nivel usuario la tecnología, emplea la voz para dar aliento a sus compañeros y considera joven todo lo que esté vivo y en activo . Con ese rango y esa particular forma de medir el paso del tiempo, solo lo superan en veteranía algunos artistas de la Ópera Flamenca que por desgracia, y naturaleza, claro, ya no están. Es así el más longevo de entre los jóvenes que somos todos.

Lo último: que se ha puesto frente a una pantalla a dar clases virtuales en la academia de baile que su hijo y su nuera abrieron en la ciudad de Hiroshima, en Japón. «Esto no se ha hecho nunca. Es una primicia mundial» , ha comentado. «Les voy a enseñar cositas con solera. Los palos y sus intérpretes. Quiénes han sido los mejores. Un poco de historia, en definitiva, para que aprendan bien».

Ha conocido a los cantaores más destacados de la historia. Canta saeta desde hace sesenta años en la Campana y en sus discos nos ha dejado auténticas rarezas. En el mercadillo del Jueves se encontró un álbum del Niño de las Marianas en los 80 que le descubrió las moritas. La praviana, un estilo folclórico asturiano al que se acercó la Niña de los Peines, la cogió del Niño de Rosa Fina, un artista de Casares, Málaga. Las montañesas, de Cantabria, no sé dónde fue a sustraerlas. Seguramente, lo hizo a través de algún intermediario entre Enrique El Mellizo, quien las interpretaba, y él.

También ha registrado su eco mairenero por soleá, evocando las formas de Tomás Pavón y buscando entre Écija y Triana los sonidos que todavía hoy le emocionan. En el cine español, Jesús Heredia sería uno de esos actores secundarios memorables que roban protagonismo en su escena y siempre juegan el mismo papel. Al país nipón van ocho décadas de música. O algo más que eso: ocho décadas de continuo aprendizaje.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación