El camino del antiguo romance popular a los actuales villancicos
Son la manifestación más sencilla de la lírica popular, siguen vigentes y en alza en nuestros días
«La Virgen se está peinando entre cortina y cortina, sus cabellos son de oro y el peine de plata fina». Las letras populares de nuestros villancicos son pequeños poemas que rompen las línea temporal de los siglos.
Cantamos letras y coplas sin saber que en ocasiones son romances de varios siglos y que han evolucionado hasta nuestros días hasta convertirse en sencillos villancicos. Pero son mucho más.
El profesor e investigador sobre cancioneros populares Antonio Plaza dice que el origen de los villancicos es complejo, unos afirman que es culto y otros popular. «Sin embargo los más famosos son los de Juan del Encina que están en el “Cancionero de Palacio”, del siglo XV, unos religiosos y otros no, pero parece que pueden venir incluso desde antes».
Los villancicos que cantamos ahora son canciones populares. «Por ejemplo, la música que ponen en el Teatro de la Maestranza cuando va a empezar la función es un villancico de Juan Vázquez . En flamenco nos han llegado letras de villancicos convertidos en seguiriya, vienen de las marianas, del zarambeque... son antiguos villancicos de otro tipo de origen, porque claro, no eran exclusivamente religiosos, eran cantos de amor, de política...».
Lo que nosotros conocemos hoy como villancicos son lo que los investigadores llaman en realidad «canciones de Navidad» y en ese cajón de sastre hay de todo: «romances, coplas de ronda, coplas de quinto, muchas coplas religiosas y a todo le llamamos villancicos. Hay países aglosajones con menos tradición que cantan su música en Navidad. Por ejemplo, los americanos, han hecho de la música de Broadway sus villancicos ».
«Los peces en el río»
Para Antonio Plaza, España tiene un enorme cancionero popular en Navidad. «La riqueza de la música española es sin duda la popular, desde los cancioneros de Palacio, de Baena, de Corte ... esa riqueza no la tiene ninguna otra cultura. Es tremendo».
Pero en el «hit» parade de los villancicos actuales y de varias generaciones están los famosos «Peces en el río», «que no se sabe quien lo inventó, pero tiene toda la pinta de ser un romance. Por ejemplo: “La Virgen se está peinando”, el término “peinar” que aparece ya en las Cantigas de Amor ». En cuanto a las melodías «suelen ser las de origen de los romances. “La Virgen va caminando....”, si uno se fija van una copla detrás de otra repitiendo la misma melodía, que eso es muy típico de los romances, y va contando una narración larguísima, es decir, donde se desarrolla una historia».
El flamenco y el villancico se encuentran en el siglo XIX. «Las primeras grabaciones de villancicos flamencos no aparecen como tal sino como farruca. La canta el Mochuelo en 1899 . Es un villancico en realidad, un romance. Y los primeros villancicos grabados como tales son de 1910, a cargo del Niño de la Isla, luego la Niña de los Peines en 1912 y Telesforo, un cantaor, en 1913. En aquella época los cantaores cantaban de todo. Hacían lo que se llamaba cantes nacionales». Otros nombres de la historia del flamenco que cantaron villancicos fueron, entre otros, Manuel Vallejo, Pastora Pavón, Luisa Butrón o Pericón de Cádiz
En este momento hay un auge de los villancicos. «Lo que se canta en las zambombas son romances, pero hay una tendencia muy rica y un gran ímpetu creador que irrumpe con éxito. Yo creo que las letras tradicionales no se están perdiendo, aunque siempre existe tendencia a la renovación, porque desde que la música se registra es difícil que algo se pierda. Con las nuevas modas el villancico recibe muchas influencias. No tienen nada que ver los villancicos de los años 40 ó 50 del pasado siglo, con la época de los fandangos, por ejemplo, donde hubo un auge distinto. En los años 60 hubo otro auge y hace veinte o treinta años se produjo una época de rescate y actualización».
Un cambio de compás
Lo que sí ha habido un cambio, al menos en Andalucía, ha sido en la manera de cantar algunos villancicos tradicionales. El compás flamenco de los villancicos sí es nuevo. «Yo he vivido cómo se ha cambiado el “Ande, ande, ande la Marimorena ”, metiéndose a ritmo de tangos y la misma letra y melodía se han ido modificando. Antiguamente se cantaba con un compás de dos por cuatro, así es como se cantaba. Ahora sin embargo, con la difusión que ha tenido la rumba y con meterlo todo por rumba, la gente canta la “Marimorena” con un nuevo compás, pero eso es algo inherente al flamenco, a la música popular, que se va adaptando continuamente. Por ejemplo, el Mochuelo cantaba una letra por bulerías y luego la misma te la encuentras en villancico, es decir, adaptándose a los ritmos de moda».
En cuanto a los instrumentos, va todo por regiones. Mientras la zambomba en Sevilla era más rara, era mucho más frecuente el acompañamiento de platillos y la tradicional botella de anís.
Los coros de campanilleros siguen siendo populares, sobre todo, en Andalucía Occidental. «La tradición parece haber nacido de las cofradías del Santo Rosario por la costumbre de los hermanos que acudían al Rosario de la Aurora, de avisar a los cofrades con un canto acompañado del toque de la campanillas. De esos romances, al actual villancico. Esos coros son depositarios hoy de numerosas letras rescatadas de los mayores».
En Andalucía hay algunas zonas donde se produce una mayor riqueza en cuanto a villancicos. «Casi toda España es un mundo en cuanto a villancicos, con una riqueza enorme, pero quizás en Andalucía hay una zona donde se conservan una enorme cantidad de villancicos y romances, y cómo los ha conservado es increíble. Se trata de la zona de Arcos de la Frontera, Medina Sidonia, Vejer... toda esa comarca de Cádiz es un tesoro. El repertorio de Arcos es muy famoso».
Antonio Plaza, profesor de Música en un instituto, confiesa que «con mis alumnos canto los villancicos que están de moda y los de toda la vida, como “la Marimorena” pero también les canto romances que no son tan antiguos, como el de “a la puerta de un rico avariento”, que hizo popular la Niña de la Puebla, y sigue siendo un villancico muy actual».