La Bienal de Flamenco de Sevilla de 2018
Las Tres Mil por bulerías
Farruquito apadrina al joven Petete en el segundo mediodía de la Factoría Cultural de las Tres Mil
![Antonio Amaya «Petete»](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2018/09/15/s/bienal-flamenco-sevilla-petete-U301336276740FW--1248x698@abc-Home.jpg)
Farruquito es un ídolo entre Bami y Pineda. Por ahí lo adoran y hay niños que juegan a bailar como él. En la jornada de hoy el joven Petete ha sido apadrinado ante el público de las Tres Mil Viviendas, que completó el aforo de su factoría. Bulerías, patás imposibles y jaleos colmaron el gusto de los presentes . «Juan es un espejo para nosotros en el que vemos la belleza, lo supremo, la pose», anunció el bailaor Torombo. Y con ese reflejo trascurrió todo el espectáculo. Una búsqueda de la estética a través del compás.
El cante lo puso Juan José Amador, gitano con la voz ennegrecida, y El Pechu. El toque vino con El Perla y Antonio Amaya, conocido como Petete, bailó por martinete, alegrías, bulerías y una soleá con absoluta entrega donde se abrió a los colores más morenos . El calor de la fragua también le sentó bien para templarse. Hay que bailar despacio, en la dificultad. Clavar los pies y el cuerpo. Fundir el torso en el suelo. Arder en la quietud. El sitio. Y al sevillano «le falta preparación pero le sobran ganas», como explicó su padrino artístico.
Los que dicen «ole» tocan las palmas. Por eso lo que allí sucede es tan especial. Porque el fin de fiesta abarca todo lo que va del escenario a los técnicos de sonido. La cantera de este barrio mantiene prendida la llama . Nada es artificial ni obligado. Los compases y los gritos son de verdad. Y, mientras tanto, un niño disfruta de la actuación sentado en la escalera. Tendrá 10 años. Está inmóvil. ¿No es eso el flamenco?