Este fin de semana en el Teatro Central
El Ballet de Lorraine lleva al Central dos estrenos nacionales
Se trata de dos coreografías a cargo de Cindy Van Acker y Marcos Morau
Fin de semana de lujo en el teatro Central de Sevilla con el estreno en España del Centro Coreográfico Nacional-Ballet de Lorraine, el más antiguo de Francia en su género. El Centro cumple el año que viene su cincuenta aniversario. Desde el año 2011 es director del CCN-Ballet de Lorraine de Nancy el sueco, Petter Jacobsson, que ayer presentó el doble programa que hoy se estrena en el Teatro Central.
Dos son las obras que presentan en Sevilla, "son de dos creadores que nos interesan muchísimo. Tienen un lenguaje contemporáneo pero están en universos absolutamente diferentes y han hecho además dos propuestas completamente cerradas", comentaron el director Petter Jacobsson y el coordinador y asistente coreográfico, Thomas Caley. La primera obra es de la coreógrafa belga Cindy Van Acker y se titula, Element I-Room, una creación para 16 bailarines basada en la mítica pieza "I'm sitting in a room" del compositor Alvin Lucier. "Es una pieza geométrica cuadriculada, donde todos los bailarines están perfectamente coordinados y de ahí la extremada dificultad".
La segunda pieza realizada para 18 bailarines es del creador español, Marcos Morau y se titula "El surrealismo al servicio de la revolución". El director del colectivo la Veronal de Barcelona siempre desea representar el mundo que le rodea como reflejo de su mundo interior. Para esta pieza se ha inspirado en el surrealismo y sobre todo en el realizador Luis Buñuel. El surrealismo al servicio de la revolución descansa también sobre la pasión del tambor que tenía el cineasta, nacido en Calanda, donde ese instrumento está muy presente. Más allá de la Semana Santa, la tradición era la de seguir la ruta del tambor.
El Centro Coreográfico Nacional-Ballet de Lorraine tiene en el elenco 26 bailarines y se ha convertido en una de las compañías coreográficas contemporáneas —tanto de creación como de repertorio— más importantes de Europa gracias a sus recreaciones de las piezas más relevantes de los grandes coreógrafos. "Nosotros tenemos la obligación de decir qué es lo que está pasando hoy en la danza contemporánea. A veces las obras nos gustan màs o menos, pero es eso lo que está ocurriendo en la danza. Es como si uno entra en un museo y ve las cientos de piezas expuestas, algunas te gustan otras no, pero eso representa nuestra historia. No estamos aquí para presentar lo que amamos o nos gusta, sino lo que pasa en la danza, la única condición es la calidad".
Cada año realizan audiciones para elegir bailarines, "porque habitualmente cuatro o cinco cambian todos los años. Les preguntamos porqué quieren bailar con nosotros, eso es importante y nos dicen muchas veces que les gusta la diversidad, la posibilidad de bailar obras de muchos coreógrafos y la actitud flexible que hay en nuestro Centro. A lo largo de una carrera el bailarín hará cosas que le gusten y otras que no, pero son profesionales y deben creer en todo lo que hacen. Eso queremos que aprendan con nosotros".
El CCN-Ballet de Lorraine prepara el próximo año la celebración de su cincuenta aniversario, "podríamos haber optado por hacer un viaje a lo largo de la historia del Centro, pero hemos decidido que no, que lo mejor es hacer una interpretación de lo que es la danza hoy y porqué la danza contemporánea no se inventó en Estados Unidos, como van diciendo, sino que comenzó mucho antes. Así que la única pieza histórica que vamos a incluir es "Rain forest" de Merce Cunningham con dibujos de Warhol", que será remontada por el asesor y asistente coreográfico de la compañía francesa, Thomas Caley, quien desde 1994 al 2000 trabajó con el coreógrafo norteamericano. "Lo que haremos es explicar el espíritu del 68 pero con el lenguaje de hoy".
La CCN-Ballet de Lorraine atesora verdaderas joyas en su repertorio de históricos de la danza como Trisha Brown, Twyla Tharp, William Forsythe, Mathilde Monnier, Emanuel Gat y también de los españoles Marcos Morau y La Ribot.