Sesión especial
La Academia de Santa Isabel de Hungría destaca en un homenaje el buen oficio arquitectónico de Ramón Queiro Filgueira
José María Cabeza, Gonzalo Díaz-Recasens y Rafael Manzano glosan la figura de este académico fallecido en mayo del año pasado
La Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría ha acogido este martes una sesión en recuerdo y homenaje al arquitecto y académico Ramón Queiro Filgueira , fallecido en mayo del año pasado. En el acto han intervenido el presidente de la institución, Juan Miguel González Gómez , además de los también académicos José María Cabeza , Gonzalo Díaz-Recasens y Rafael Manzano , que fue su gran maestro.
El acto ha comenzado con la inauguración de una exposición que homenajea la figura de este arquitecto especializado en la restauración y rehabilitación de edificios . El comisario de la muestra -que se podrá ver en la Casa de los Pinelo hasta el próximo 15 de marzo- es el hijo del homenajeado, Ramón Queiro Quijada . «A mi padre le encantaba estar en esta Casa y seguro que ahora mismo se encuentra con nosotros merodeando por el edificio. La exposición pretende reflejar su personalidad arquitectónica». Asimismo, ha explicado que, «aparte de presentar sus trabajos de restauración y rehabilitación, tiene ejercicios de nueva planta de lápiz sobre tablero que reflejan la arquitectura como algo en proceso y cambiante».
Antes de comenzar el turno de intervenciones, Juan Miguel González Gómez ha recordado que Ramón Queiro «estuvo muy interesado por la conservación de este palacio y para el sótano tenía un proyecto muy interesante . Esta Casa fue rehabilitada por su maestro y compañero Rafael Manzano».
Aparte de enumerar su extenso currículum, José María Cabeza ha destacado el vínculo entre el homenajeado y Santa Isabel de Hungría , ya que fue académico durante más de un cuarto de siglo, ocupando el sillón 14 de la Academia. Además de rememorar sus trabajos en la rehabilitación de Los Venerables -obra que inició Fernando Chueca Goitia - y en el convento de Los Terceros , este académico ha subrayado el hecho de que «su trabajo en el Alcázar marcó su futuro profesional, así como el contacto y la enseñanza de Rafael Manzano, que le influyó para siempre». También ha resaltado el gran vínculo que Queiro Filgueira siempre mantuvo con la aldea gallega donde nació, Meixonfrío .
Por su lado, Gonzalo Díaz-Recasens ha glosado la figura de Queiro desde sus recuerdos de la Escuela de Arquitectura de Sevilla en el año 1967. «Por su condición previa de aparejador ya sabía mucho y le consultábamos todas las dudas de construcción y estructuras ». Igualmente ha citado las excursiones que realizaron junto al profesor Manzano a la Alhambra, la Mezquita de Córdoba o las murallas de Niebla. «Ramón sabía cosas que no sabíamos los demás. Así, sabía, por ejemplo, cómo trazar un arco de herradura. Posteriormente coincidimos en la Escuela de Arquitectura, yo como profesor de Proyecto y él de Urbanismo. Fue un trabajador incansable y un académico ejemplar , por eso siento tanto dolor por su muerte».
Conocía toda Andalucía
El último en intervenir en este homenaje a Queiro Filgueira ha sido su maestro, Rafael Manzano. Este ha comenzado su discurso recordando a «aquel joven estudiante y arquitecto con el que recorrí todas las Andalucías, porque hay muchas Andalucías, en un minúsculo Mini 1000. Fuimos felices recorriendo los campos de Andalucía e intentando poner orden en tanto caos ». Además, ha hecho hincapié en la influencia que ejerció sobre el homenajeado Enrique Pérez Comendador cuando era director de la Academia de Roma. «Ambos eran uña y carne y en Roma Ramón se doctoró en Teoría y Técnica de Restauración de Monumentos». Asimismo, ha tenido palabras cariñosas hacia la esposa del arquitecto fallecido, Carmen Quijada , «aquella belleza de Osuna».
Además de destacar sus numerosos méritos arquitectónicos, Manzano rememoró que «Ramón sabía mucho de urbanismo y cuando yo le presentaba mis trabajos me decía: ‘Muy bonito, pero incumple tal o cual ordenanza’. Pude retocar mis proyectos urbanísticos gracias a sus enseñanzas». Igualmente ha destacado su «profundo carácter militar» al estudiar en la Politécnica del Ejército, «algo que le dio siempre mucha disciplina». Ha finalizado diciendo que «fue un discípulo muy querido y un buen arquitecto y militar» .
Noticias relacionadas