cultura

«En esta novela está todo mi amor por El Cairo y por ese espíritu de libertad que se llamó Primavera Árabe»

Rocío Lardinois recibe el XXIV Premio Unicaja de Novela 'Fernando Quiñones' en un acto en el que también se ha presentado la obra ganadora, 'Los chicos tuertos' que saldrá a la venta este jueves

Está inspirada en vivencias personales de la autora y narra una historia de amistad durante las manifestaciones de la Primavera Árabe en El Cairo entre los años 2011 y 2013

La escritora Xenia García recibe el Premio Unicaja de Novela por su obra 'Kudryavka'

Francisco Cañadas entrega el XXIV Premio Unicaja de Novela 'Fernando Quiñones' a Rocío Lardinois. antonio vázquez

BEATRIZ ESTÉVEZ

Cádiz

Rocío Lardinois (París, 1970) ha abrazado este lunes el Premio Unicaja de Novela 'Fernando Quiñones' en su XXIV edición, por su obra 'Los chicos tuertos'. De la mano del responsable de Literatura de Fundación Unicaja, Francisco Cañadas, y en presencia de la directora literaria de Alianza Editorial, Pilar Álvarez, la escritora ha recibido, «con muchísima emoción», este galardón en la sede de la Fundación Unicaja de la capital gaditana.

Un galardón -dotado de 18.000 euros- que fue fallado el pasado mes de noviembre y que hoy ha sido entregado a su merecedora. En el acto también se ha presentado la novela, que saldrá a la venta este jueves 21 bajo el sello de Alianza Editorial.

«Supone mucha emoción recibir este premio porque 'Los chicos tuertos' es más que una novela. En ella está todo mi amor por El Cairo y por ese espíritu de libertad que se llamó Primavera Árabe», ha saludado la doctora en Estudios Árabes e Islámicos.

Lardinois ha explicado que su obra está basada «en hechos reales siendo una ficción», y aunque «es una historia egipcia, es una historia universal». Una historia que empezó a tejer -sin ella aún saberlo- poco después de mudarse a El Cairo, «tras la caída del presidente Hosni Mubarak, a principios de 2011, cuando a la ciudadanía, tras 35 años, le volvía a brillar los ojos de ilusión y esperanza».

Quién no recuerda esas imágenes de la plaza Tahrir, epicentro de la revolución egipcia, abarrotada de manifestantes... Pero a pesar de las ganas, de la ilusión, de la esperanza y de las ansias de libertad, «es muy difícil reinventar un país». Para eso, «tienen que dejarte, y el ejército nunca quiso ceder las riendas». Pasaron los días y, con la crisis, mucha gente «empezó a asustarse y a desear un futuro conocido que se pareciera a aquello que acababan de dejar atrás». Aunque ése no fue el caso de la juventud, que no se rendía. «Los jóvenes no estaban dispuestos a que le robaran su primavera».

«Yo, desde Europa, creía que entendía lo que era la libertad, pero hasta llegar allí no entendí verdaderamente lo que significaba, porque los jóvenes se jugaban la vida y su libertad por la libertad de todos. Habían entendido que la libertad había que lucharla todos los días», ha compartido su reflexión la escritora.

La ganadora del premio literario junto a su novela en la sede de la Fundación Unicaja de Cádiz. antonio vázquez

En el mes de noviembre de 2012, «sin tanta ilusión ya en las calles», estallaron unas manifestaciones en una calle de El Cairo «a la que está dedicada la novela», y esas manifestaciones se convirtieron en unas revueltas que dudaron cinco días: las revueltas de la calle Mohamed Mahmoud. «Allí estuve yo el primer día, y después de que se abrieran paso las primeras motocicletas para llevarse a los primeros heridos, un hombre mayor se me acercó y me dijo en francés: «No se quede aquí, ésta no es su guerra». ¿Cómo que no era mi guerra? Si yo me había mudado con todos mis muebles para vivir la revolución egipcia...». Lardinois no imaginaba entonces que acababa de conocer a los dos protagonistas principales de su novela. Uno de los heridos que se llevaban en motocicleta se convertiría en Alí, y el viejo que se le acercó para invitarla a irse es el Profesor en 'Los chicos tuertos'.

Su novela «es la historia de un joven, Alí, que luchó por la libertad sin rendirse, y es la historia de un hombre que en una noche de toque de queda le abrió las puertas de su casa y se juró que le protegería. Es la historia de una ciudad que siguió a los jóvenes que querían libertad, pero luego se arrepintió. Y es la historia de un barrio, en el centro de El Cairo, que fue el epicentro de las revueltas».

La escritora está convencida de que los lectores percibirán «el amor» que le profesa a sus dos protagonistas, de los que se ha despedido hoy porque, «de alguna manera, ya no son míos, sino que van a ser de los lectores gracias a este premio». «Así que Alí, Profesor, os digo adiós. Vais a ser de los lectores».

Y tras ese adiós, la ganadora de la XXIV edición del Premio Unicaja Novela Fernando Quiñones ha querido despedirse de los presentes en el acto con una palabra: «Es la palabra que mueve ciudades, mueve barrios, mueve calles, mueve multitudes, y es la palabra que cantaba la gente en las manifestaciones. Cuando la cantaban, se sentían invencibles: Libertad ('Hurriya' en árabe)».

Y «a la libertad y, sobre todo, a todos lo que sueñan con ella, no sólo en Egipto», ha querido dedicar este Premio.

Enamorada de El Cairo

Con veinte años, Rocío Lardinois se enamoró de El Cairo, lo que le llevó a renunciar a su trabajo en una agencia europea para instalarse en esa ciudad y vivir la Primavera Árabe.

Tras su estancia en El Cairo, la autora volvió a Madrid para colaborar con Amnistía Internacional escribiendo artículos de periodismo literario sobre las violaciones de derechos humanos en Egipto, trabajo que compagina con la consultaría internacional sobre formación profesional.

Unanimidad en el jurado

A esta vigésimo cuarta convocatoria del Premio se han presentado 420 novelas procedentes de toda la geografía española, así como de otros países europeos, hispanoamericanos e incluso ha llegado alguna obra procedente de Asia.

El jurado, que ha apostado por el relato de Rocío Lardinois de forma unánime, ha resaltado de esta novela su carácter testimonial, «al tratarse de una novela transgeneracional escrita con una agilidad casi cinematográfica, que lanza un grito esperanzador tras el fracaso de la primavera egipcia y reivindica el papel de la política desde la experiencia humana». Asimismo, el jurado ha destacado 'la forma genuina en que la autora aborda la complejidad de las relaciones humanas a través del diálogo sostenido entre los dos personajes principales, en los que encarna el conflicto de todo un país».

El jurado ha estado compuesto por la directora de Alianza Editorial, Pilar Álvarez; la directora literaria del Festival Literario 'Eñe' 2022, Lola Larumbe; el novelista y ganador del Premio Fundación Unicaja de Novela 'Fernando Quiñones' en 2008, Joaquín Pérez Azaustre; el escritor Víctor del Árbol, y la ganadora del XXIII Premio Fundación Unicaja de Novela 'Fernando Quiñones', Xenia García.

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