CRÍTICA DE CLÁSICA
La ROSS y sus magníficos solistas
El director Nacho de Paz dirigió un programa centrado en su segunda parte en Ginastera y Piazzolla
Cierto que las limitaciones económicas dificultan la contratación de solistas para los conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS); pero también es indiscutible que la Sinfónica posee un elenco de solistas de primera categoría , como se ha demostrado en este programa.
La primera parte fue una exhibición de hasta seis de ellos de la propia Orquesta, en tres dúos concertantes del período romántico: «Dúo brillante para flauta, oboe y orquesta», un «collage» compuesto por J. Dessermann y F. Berthélemy sobre algunos temas -incluyendo fragmentos de la famosa obertura- de «Guillermo Tell» de Rossini .
Aquí fueron la flauta de J. Ronda y el oboe de J. M. González los protagonistas instrumentales de la pieza. El «Konzertstück nº 1 para dos clarinetes y orquesta» de F. Mendelssohn , toda una lección de «bel canto» aún sin la presencia de la voz humana, fue servido magistralmente, casi como un dúo operíatico, por P. Szymyslik y M. Domínguez.
Y el famoso «Gran dúo concertante para violín, contrabajo y orquesta» de G. Bottessini , fue un feliz abrazo sonoro, perfectamente entrelazado, a cargo de V. Dmitrienco y L. Ciorata (que añadieron como regalo un «Ragtime» de Scott Joplin ). Ni que decir tiene que, en los tres casos, el «tutti» orquestal acompañó con solvencia y buen gusto a los solistas.
En la segunda parte, se nos ofrecieron obras de los dos compositores argentinos más ilustres , los dos del siglo XX: las cuatro danzas del ballet «Estancia» de Alberto Ginastera , basado en el poema épico nacional «Martín Fierro» de José Hernández , que trata sobre la vida de los gauchos (formidable la primera, «Los trabajadores del campo», con un total empleo de la percusión, en todos los instrumentos; lírica la segunda, «Danza del trigo», evocación de canciones criollas; la electrizante «Los peones de la hacienda»; y «Malambo», la página más célebre de su autor), y tres creaciones del «Bach argentino», Astor Piazzolla : «Tangazo», «Libertango» y «Oblivion» («Olvido»), melancólica y misteriosa. Interesante velada.